“Que se termine la novela”. Así resumió su voluntad el presidente ante la presencia de sus ministros en la reunión semanal de gabinete que se llevó adelante esta mañana en Casa Rosada. La dilación del tratamiento de la ley ómnibus que Javier Milei buscaba tener aprobada la semana pasada lo impacienta y empieza a ajustar las teclas de sus funcionarios.

El tratamiento de la versión reducida de la legislación, que tuvo su primer capítulo el miércoles en medio de una contundente manifestación que culminó con cuatro mujeres militantes del radicalismo detenidas, no está tomando el rumbo que el gobierno esperaba. Las tensas negociaciones con los bloques aliados, que al igual que el presidente ya no ocultan su impaciencia, irritan al Ejecutivo que a dos meses de gestión aún no logra hacer pie en el Congreso.

Con este escenario, en la mañana del jueves Milei les dijo a sus ministros que clausuren todo tipo de negociación, una decisión que podría complicar aún más el tratamiento dentro del recinto. En la cumbre que tuvo lugar en el Salón Blanco de Balcarce 50 se decidió, además, que no se introduzcan más modificaciones en el texto. “Se vota como está”, dijo ante este medio un alto funcionario.

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La decisión del presidente llegó horas después del pedido de cuarto intermedio en la maratónica sesión para habilitar una nueva instancia de pulido en los puntos que Hacemos Coalición Federal y el radicalismo no están dispuestos a ceder.

Entre estos ítems, se encuentran las privatizaciones. Los espacios comandados por Miguel Ángel Pichetto y Rodrigo de Loredo pidieron al gobierno revisar la extensa lista de empresas estatales que el oficialismo busca desprenderse, una negociación que, según confirmaron a Tiempo fuentes de gobierno, no tendrá el final esperado por los dialoguistas, aún a riesgo de perder la votación en particular.

El mismo destino correrán el capítulo de atribuciones extraordinarias, la incorporación del Impuesto a las Ganancias y el reclamo de las provincias por el 30% coparticipable del impuesto PAÍS. “Todo el capítulo fiscal se va a tratar en ordinarias”, adelantaron desde Casa Rosada.

Sobre este último punto la decisión es innegociable. “No tiene sentido coparticipar algo que vamos a levantar cuando saquemos el cepo. Si lo coparticipamos, el impuesto se queda igual que pasó otras veces y no queremos eso. La decisión de este gobierno es reducir al mínimo todos los tributos”, sostuvo la misma fuente, quien también adelantó que el gobierno tiene en vista la quita de las restricciones para la compra de divisas extranjeras para abril o mayo de este año.

Con esta decisión, el oficialismo vuelve a marcarle la cancha a los gobernadores no kirchneristas, quienes este lunes en el Consejo Federal de Inversiones le exigieron al ministro del Interior, Guillermo Francos, que el gobierno coparticipe el tributo para compensar la reducción de envíos de partidas a sus provincias que Luis Caputo anunció hace algunas semanas.

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Esta mañana Pichetto sostuvo en una entrevista que el gobierno iba a convocar una reunión con los mandatarios provinciales para destrabar el tratamiento de la ley. “Hoy va a haber un hecho importante, tengo la información de que el Poder Ejecutivo lo va a anunciar a las 11 de la mañana”, dijo convencido el diputado. La versión, sin embargo, fue desmentida por el vocero Manuel Adorni en su habitual conferencia de prensa.

Al respecto, desde Casa de Gobierno advirtieron que no hay ninguna convocatoria formal y que todas las conversaciones que se dieron a lo largo de la semana con los mandatarios fueron en el ámbito privado. Continuando con la línea que bajó el presidente, las reuniones con los gobernadores se reactivarán una vez obtenida la media sanción de la Ley Bases en Diputados para evitar cualquier instancia de reclamos.

Durante la tarde del jueves el Congreso continuará con el debate que aumenta su tensión al compás del termómetro. A pesar de cerrar el libro de quejas, desde el círculo del presidente confían en que la ley será aprobada esta semana, lo que les permitirá avanzar con los siguientes puntos en la agenda libertaria. “1 a 0 o por penales, pero ganamos” dijo a Tiempo un confiado funcionario.