Después de la salida de Guillermo Ferraro del Ministerio de Infraestructura, el gobierno atraviesa horas de inquietud. La cartera que hasta el jueves por la noche comandaba el bonaerense pasará a la órbita de Luis Caputo, quien tendrá bajo su poder un superministro que comprenderá, también, Obras Públicas, Transporte y sus respectivas secretarías.
La expulsión del ex funcionario bonaerense fue justificada desde Casa Rosada por considerarlo autor de supuestas filtraciones de información sensible a la prensa. Según reconstruyeron en las oficinas de Balcarce 50, el encargado de la fiscalización de La Libertad Avanza habría sido quien comentó los detalles de la última reunión de gabinete en la que el presidente dijo ante sus ministros que dejaría “sin un peso” a los gobernadores ante su negativa a ceder frente a determinados artículos de la Ley Ómnibus, nombrada por el gobierno como Bases. “Los voy a fundir a todos”, remató Milei.
La noticia enfureció a los caciques provinciales. La desafortunada frase se sumó a los dichos del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el recorte de partidas y la prohibición a los estados provinciales de tomar deuda con sus propios bancos en caso que la ley no sea aprobada, un paso más en una disputa que muchos mandatarios ya leen como un nuevo capítulo en la eterna división entre Buenos Aires y el resto del país.
Las primeras reacciones llegaron desde el sur. El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, se posicionó contra los modos del gobierno y advirtió que “si más apretás, más se endurece. En la Argentina no estamos en tiempos de chicanas y aprietes, sino de diálogo y de buscar consensos con el Gobierno nacional”.
En la misma línea, el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, no sólo rechazó las amenazas enviadas por parte del Ejecutivo sino que dobló la apuesta. «Tendremos que defendernos, podemos dejar sin energía al gobierno nacional», sostuvo en una entrevista en la que expuso la importancia de la relación bilateral entre el gobierno central y los provinciales.
El futuro de Francos y Menem en el Gobierno
Aunque desde el gobierno no confirman ni desmienten, circulan rumores de una inminente poda ministerial. Según estas versiones, el titular de la cartera del Interior, Guillermo Francos, sería el próximo funcionario en dejar su cargo a menos de cincuenta días de gobierno para ser enviado como embajador a algún país de Europa.
Los retrasos en los resultados fructíferos en las negociaciones por la ley ómnibus impacientan al presidente, que inició una pérdida por goteo de aliados. Además del ex presidente del BAPRO, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, correría la misma suerte.
Ante la consulta de Tiempo, desde el despacho del ministro advirtieron que estas versiones son falsas y que ni el presidente ni otro funcionario se comunicó con Francos para hacerle saber sobre su salida. Por el contrario, consideran que esta información forma parte de una “operación” del ex candidato presidencial Sergio Massa. Desde las oficinas del Frente Renovador negaron a su vez esta acusación.
Por estas horas el gobierno hace equilibrio entre el reajuste puertas adentro y las negociaciones que se dan en las cercanías del Congreso. Mientras sus aliados circunstanciales piden mayor moderación y línea directa con la mesa de decisiones, el libertario continúa impartiendo la orden de endurecer las presiones, decisión que empieza a mostrar sus consecuencias dentro del recinto.
Miguel Ángel Pichetto, encargado de construir lazos entre el oficialismo y los dialoguistas, le aconsejó al gobierno “bajar un cambio” e insistió con la necesidad de que el presidente acceda a tener instancias de negociación. «Si no va a un camino de coalición, tendrá dificultades», sostuvo el republicano quien en los últimos días expuso sus primeros desencuentros con Santiago Caputo y Federico Sturzenegger, los elegidos por Milei para cuidar su voluntad.
A pesar de las dificultades, en el oficialismo aseguran que el próximo martes habrá sesión en el Congreso. Ante la consulta sobre el poroteo de bancas, una fuente con acceso directo al presidente confió a este medio que trabajarán hasta último momento para sumar la mayor cantidad de aliados posibles para lograr la aprobación. “Siempre hay alguno que se da vuelta”, chicaneó.