En el marco de la campaña electoral para las elecciones legislativas de 2021, el PRO instaló un eslogan que luego fue utilizado por otros sectores: “Abran las escuelas”. La frase, que repudiaba las restricciones en medio de la pandemia, tuvo como argumento principal que “la presencialidad en las escuelas es irremplazable”. Si bien nadie discutía (ni discute) ese argumento, las clases por Zoom fueron necesarias para resguardar la salud de millones de niños, docentes y la comunidad toda.
En los últimos días, la comunidad educativa alertó que el Ministerio de Educación porteño pretende transformar algunos contenidos, hasta hoy presenciales, en virtuales y asincrónicos, es decir, que no dependan de la presencia de un docente. Algunos gremios están negociando esta reforma educativa para que no afecte tanto al sector, y otros ya están organizando distintas medidas para frenar este nuevo avance que, en principio, involucra a más de veinte escuelas públicas que fueron elegidas como laboratorio. Los gremios denuncian que es un ajuste encubierto y advierten que la planta docente podría verse afectada en más de un 40 por ciento.
“La noticia de una reforma donde las comunidades educativas no tenemos ni voz ni voto no nos sorprende, pero sí nos genera una gran preocupación por el futuro de nuestras escuelas”, señaló a Tiempo Rocío Muzzu, presidenta del centro de estudiantes de la Escuela de Cerámica Nº 1 de Almagro, uno de los establecimientos que integran la larga lista de “escuelas piloto” donde comenzarán a implementar esta modalidad.
Como en otras instancias, el Ejecutivo porteño hizo girar un archivo oficial donde detalla parte de su “nueva política educativa”. El documento se enmarca dentro del “Plan Estratégico Buenos Aires Aprende” y el texto cuida las formas, evita hablar de virtualidad pero sostiene mejorar las materias troncales como Lengua y Matemática y califica como “Transformación Digital” a la instancia de ‘digitalización y simplificación de procesos’.
“Para nosotros no es algo nuevo y ya vimos los resultados desastrosos después de la pandemia, con una desigualdad enorme, donde no todos los estudiantes tienen el mismo acceso a la tecnología que sería necesaria en este caso para poder cursar, y a su vez, hay un gran error en creer que la educación se trata sólo de una transmisión de información”, agrega Muzzu.
Educación sincrónica y asincrónica
En pocas semanas, varios secundarios recibieron la visita de funcionarios de la dirección de educación media, junto a supervisoras y supervisores, para brindar algunos detalles de la nueva reforma educativa.
“El año pasado la exministra Soledad Acuña presentó una propuesta que actualmente se implementa en los profesorados que es el modelo híbrido. En tercer año de los terciarios ya conviven las clases presenciales y virtuales, pero una cosa es la educación superior y otra el nivel medio donde se necesita la presencialidad. La pandemia nos demostró que en esos sectores la virtualidad funcionó a medias o no funcionó», contó Lucía Agulló, profesora de Lengua y Literatura del Lenguas Vivas «Juan Ramón Fernández», y delegada de Ademys.
El 23 de agosto pasado, a pedido de la UTE, el Ministerio de Educación recibió al sindicato para brindar información sobre esta reforma educativa en escuelas secundarias. Del encuentro participaron UTE, UDA, AMET, ADEF y otros gremios. Durante la reunión se brindaron algunos detalles generales y el GCBA prometió que “no se modificarán los diseños curriculares y que se profundizará el trabajo por áreas e inter-áreas”, y que “la reforma aún no está cerrada y están dispuestos a recibir propuestas de los sindicatos y las escuelas”.
“De aplicarse, las escuelas verían reducida su planta docente entre un 40 y 50%. En las técnicas la dirección ya informó que el área integrada en ciencias sociales en materias como Historia, Geografía y Ética ciudadana, tendría dos horas presenciales por semana y el resto será virtual, y la propuesta que se hace no es la virtualidad sincrónica, sino la asincrónica donde no se necesita docentes”, agrega Agulló.
Inestabilidad laboral y despidos
Tras la reunión que mantuvo el colegio Juan B. Justo con funcionarios del área para conocer más sobre el tema, decidieron organizarse contra la reforma y realizar una asamblea el próximo martes 3 de septiembre e invitar a familias y estudiantes. Consideraron que si bien “aún no hay resolución escrita”, el GCBA “puede sostenerse en la resolución 84/93 que avala esta reforma al igual que pasó con la «secundaria del futuro».
Sebastián Angeloni, profesor de Historia de la escuela Nº 11 Hipólito Yrigoyen, recordó a este medio que en el programa secundaria del futuro “trabajan en simultáneo tres materias en ciencias sociales: Formación ética y ciudadana, Historia, y Geografía. Ahí somos tres docentes y con esta nueva reforma quedaría un docente por área con lo cual los otros dos serían desplazados”. El docente destacó que, otra idea que plantea el documento que circuló el gobierno es que “para el 2027 todas las escuelas deben estar bajo esta modalidad, no queda claro si también se va a aplicar para las nocturnas, lo que sí ocurre es que ya se están cerrando muchísimos cursos en los secundarios nocturnos, los docentes pasan a disponibilidad por un año y luego quedarían cesantes”. «
Sara Claudia Beninati
1 September 2024 - 04:53
Es muy preocupante ya q se desmotiva el estar en clase y los profesores se quedarán sin empleo. Q más nos quieren sacar