Tras los anuncios de los últimos días, Nación y CABA acercan posiciones hacia un mismo modelo de flexibilización económica que podría implicar exclusión, bajos salarios e informalidad laboral. Sería un verdadero cambio en la matriz de las reglas de juego que afectaría profundamente a millones de trabajadores y trabajadoras. El flamante gobierno porteño sabe que para concretar un ajuste feroz se necesita todo el poder represivo del Estado para frenar la protesta social. Cuatro años de gestión nacional y más de 16 años administrando los recursos de la Ciudad de Buenos Aires dan cuenta de ello.
“Sitiar los accesos a la Ciudad e impedir el paso de quienes movilicen del otro lado de la General Paz”, lanzó el entorno de Jorge Macri al ser indagado por este medio sobre cómo reprimirán la protesta social en el distrito. “El objetivo es neutralizar el avance desde la provincia, pero también impedir que usen los medios de transporte para llegar a los puntos de de concentración”, agregó.
Sin dar demasiadas precisiones y de ser necesario, el gobierno porteño podría suspender las líneas de subte e irrumpir en las formaciones de trenes y líneas de colectivos que circulan por el AMBA para requisar a supuestos manifestantes. “Eso lo está definiendo el ministro de seguridad de CABA”, agregan.
Tras los anuncios de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, donde brindó algunos detalles del protocolo antiprotesta que implementará en todo el país, ráidamente el jefe de Gobierno porteño brindó su apoyo:
“En nuestra Ciudad todos merecen moverse y circular en libertad”, publicó Macri en sus redes sociales minutos después de conocerse algunos detalles del protocolo. “Desde el Gobierno de la Ciudad celebramos las medidas anunciadas por la Ministra de Seguridad de la Nación, @PatoBullrich y trabajaremos en forma conjunta para que se cumplan. Vamos a garantizar el orden en el espacio público para que así sea”, manifestó.
Con la Taser en las manos
Horas antes de la presentación del protocolo represivo de Bullrich, el macrismo porteño difundió imágenes de un vecino de la Ciudad, de nacionalidad colombiana, que era “reducido” por varias descargas eléctricas de las polémicas pistolas Taser.
El video lo publicó el titular de la cartera de Seguridad porteña, Waldo Wolff, bajo el título “Taser es prevención”. Las imágenes son de este jueves y muestran a un hombre en el barrio de Balvanera a la altura de Lavalle al 3000.
Patrulleros que se acercan a ese lugar tras la denuncia de una mujer que había sufrido el robo de su cartera y, la misma persona, señaló al presunto ladrón que todavía se encontraba en el lugar. Se trata de un joven colombiano que, tras la voz de alto se resistió al arresto y sacó un cuchillo, se lo apoyó en el cuello y amenazó con autolesionarse.
El uniformado al grito de “soltalo, soltalo”, apretó el gatillo y el joven se desplomó en la vereda.
Según la versión oficial, esta es la tercera la vez que Policía de la Ciudad utiliza las pistolas Taser que fueron puestas en escena por el ex intendente porteño Rodríguez Larreta.
El primer caso fue casi similar, donde redujeron a una persona en situación de calle que, con cuchillo en mano, ingresó a una pizzería de Palermo con intenciones de robar las pertenencias de los comensales y el dinero de la caja del lugar. Semanas después, en el barrio de La Boca, la policía porteña disparó la Taser contra una mujer que amenazaba con un cuchillo a un hombre de mediana edad que era su pareja.
“Actualmente son escasas las pistolas pero el objetivo es adquirir más para usarlas en la primera línea de las manifestaciones”, detallaron a este medio.
«Hay que tenerlas en lugares donde hay mucha concentración de personas y después en brigadas de acción rápida para situaciones donde haya alguien con un arma, con un cuchillo o con un brote psicótico», dijo en su momento el ex ministro de Seguridad de Larreta, Eugenio Burzaco en abril pasado, al anunciar que la Ciudad ampliaría a 150 la compra de las Taser, sin dar precisiones sobre los tiempos de adquisición.