Después de casi un año de tironeos, la Corte Suprema le tomó juramento a Manuel García Mansilla en la mañana del jueves y el Gobierno festeja. En cuestión de horas, el oficialismo logró concretar su principal obsesión de los últimos nueve meses y se encamina a terminar de cumplir su fantasía el próximo 6 de marzo, fecha en que máximo tribunal definirá si acepta o no la licencia de Ariel Lijo en Comodoro Py.

Para celebrar el triunfo judicial -y tal como adelantó este medio días atrásel Ejecutivo hará una invitación formal a ambos magistrados para que se sienten en el lugar designado en el Congreso para los ministros de la Corte Suprema.

Las dudas por estas horas se concentraban en si Lijo podría estar ocupando o no ese lugar, puesto que todavía no fue formalmente oficializado por el tribunal. Sin embargo, desde la Casa Rosada hicieron saber que impondrán, como de costumbre, su voluntad.

«Se va a hacer lo que quiera el Presidente»

«No nos importa lo que diga la Corte sobre Lijo, desde el momento que el Presidente lo designa inmediatamente se convierte en juez», dijo una fuente calificada ante Tiempo. La misma voz afirmó tajante que el todavía titular del juzgado Criminal y Correccional Federal n.º 4 de la Cámara Nacional de Apelaciones estará sentado junto a sus futuros compañeros tal y como establece el reglamento de la Asamblea legislativa. «Se va a hacer lo que quiera el presidente«, sentenció.

Pese a que todo se encamina a marchar acorde al plan, el oficialismo recibió durísimas críticas por su decisión de designar jueces por decreto. La más contundente fue el pronunciamiento del ex juez Juan Carlos Maqueda, quien en un reportaje calificó como «horrible» la postura del Ejecutivo y afirmó que la medida está «al borde de la inconstitucionalidad», puesto que el Gobierno debería haber optado por la vía del diálogo y la negociación con la oposición y no esperar hasta el cierre de las sesiones ordinarias para apostar por el uso del decreto.

En Casa Rosada, recogieron el guante. Un estrecho colaborador del presidente despotricó contra el exmagistrado y afirmó ante este medio que «Maqueda falló a favor de un sinfín de institucionalidades y fue cómplice de la política» en resoluciones que, afirman en Balcarce 50, también pusieron en jaque el orden constitucional.

Pese a los dichos del magistrado, en el círculo del presidente afirman que no le darán trascendencia a su postura. «No nos importa lo que diga un jubilado«, sentenciaron cerca del libertario.

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