A sólo seis días de la llegada al gobierno argentina de un referente de la extrema derecha ultra-liberal, las corrientes de izquierda hemos recibido otra mala noticia, la muerte de un referente histórico del pensamiento emancipatorio: Antonio Negri.
Un pensador militante padován, que trascendió las fronteras de la península itálica desde los ’60 y ’70, referente de Potere Operario (Poder Obrero), quien tras la conformación de Corriente de la Autonomía Operaria en abril de 1979, en un proceso judicial controvertido, sufrió años de cárceles. Tras las rejas, pergeñó textos como La anomalía salvaje; obras tan potentes como Poder Constituyente o el análisis del novedoso escenario capitalista contemporáneo como Imperio y Multitud.
Para profundizar sobre el significado de la obra del intelectual, vale esta charla con Giuseppe Cocco, profesor de la Universidad de Río de Janeiro y analista político, quien compartió militancia de los ’70 con Negri, además de ser co-autor de Global América Latina.
-¿Qué significado ha tenido el pensamiento y la obra de Negri desde los lejanos ’70 hasta nuestros días?
-Fue una vida muy intensa de militancia y producción filosófica, política y teórica. Su desaparición no debe ser un hecho triste, porque a pesar de la represión y años de cárcel, vivió una vida intensa y potente que seguramente va a trascender sus 90 años de existencia. Podríamos discernir tres grandes fases de su pensamiento. La primera, en Italia en los ’60 y ‘70 en la tendencia Operaria, de lo que significó la experiencia junto a otro gran referente como Mario Tronti, que devino en grandes luchas obreras como en el polo Petroquímico cercano a Venecia, en Milano y Torino, que culminó con una gran represión del Estado italiano ante la radicalización y el accionar armado de algunos sectores, como el militarismo de las Brigadas Rojas.
-¿Las otras fases?
-La segunda e expresa en el texto sobre Baruch Spinoza escrito en los años de cautiverio y que se profundiza en su exilio en París y en un dialogo muy fructífero con Balibár, Foucault, Deleuze, y Guatari. Esa obra fue atravesada por una suerte de mixtura con el pensamiento de la intelectualidad francesa que junto a su devenir del pensamiento de Spinoza. Escribió obras como Poder Constituyente. La tercera, ya ante la decisión de regresar a Italia en el ’98. Fue detenido nuevamente y escribe junto al inglés Michel Hardt, Imperio y Multitud, dos libros que abrieron un debate muy extenso. Donde las luchas de la multitud se dan dentro del Imperio, en un capitalismo globalizado. Cuando en América Latina se dan procesos económico, político y social, como el Caracazo, la asunción del Partido de los Trabajadores en Brasil, la implosión de la convertibilidad neoliberal en Argentina y las luchas tanto del gas como de los cocaleros en Bolivia tras la llegada de Evo Morales y el MAS, escribimos juntos Global Latinoamérica, en respuesta a las críticas a Imperio y Multitud, por autores como Atilio Borón.
-¿Cómo fue su acercamiento en la etapa obrerista y luego en la Corriente, en el Otoño caliente de 1969?
-El ’69 en Italia, a diferencia del Mayo Francés del ’68, fue esencialmente obrero, el estudiantado no cumplió un rol tan significativo. Los operarios estaban en la dinámica de una organización autónoma independiente y lo que paso después fue una tentativa de organización de esa alternativa, que duró en su plenitud hasta el ’73. Con una profunda inestabilidad social, en plena Guerra Fría, con atentados fascistas combinados con el accionar de los Servicios de Inteligencia del Estado, creando lo que llamábamos “estrategia de La Tensión”, colocando bombas en los trenes y en los bancos. Las ideas de democratización y horizontalidad en las organizaciones obreras y, por otro lado, una corriente influenciada por el guevarismo –la organización más conocida fue Brigadas Rojas- que terminó en una verdadera catástrofe. Otros de los aportes más relevantes Negri fue el acierto conceptual sobre la transformación de la composición de clase en el ’75. Diagnosticó la deslocalización productiva y la transformación del obrero fordista al obrero social. Y su desarrollo teórico sobre el crecimiento del trabajo inmaterial y la revolución tecnológica.
-Pasaron más de 40 años de la represión estatal y los controvertidos procesos judiciales que llevaron a cientos de militantes de la izquierda radical -entre ellos Negri- a la cárcel, que marcaron un punto de inflexión en la política italiana.
-La represión utilizó una serie de instrumentos novedosos y una determinación política de confrontación con los movimientos, que contó con la colaboración conjunta de la Democracia Cristiana y el Partido Comunista Italiano. Cooperaron en la represión. Fue la excusa de la lucha armada de algunos sectores de la izquierda radical, como el accionar de las Brigadas Rojas, como respuesta a los atentados que tiempo antes iniciaron los grupos de ultra-derecha junto a servicios de inteligencia. El secuestro de Aldo Moro fue el punto más álgido. La respuesta del Estado no hizo diferenciación entre las corrientes de la izquierda radicalizada y las Brigadas. Construyeron una hipótesis por la cual Negri era el líder máximo y Operaria, el brazo de superficie de la guerrilla. Pero eran tendencias con concepciones y practicas totalmente diferenciadas.
-¿Qué aportes de la obra de Negri pueden servir para comprender el proceso de globalización y dar cuenta de la subjetividad contemporánea para un proceso de transformación social?
-Hay dos cosas, la revalorización del libro Imperio. A pesar del tiempo hay conceptos que tienen vigencia, aunque el proceso de globalización este agotado. Pero al mismo tiempo se está dando a escala planetaria una globalización por la base, un fenómeno de rigurosa actualidad de las migraciones. Otro libro fundamental ha sido el Poder Constituyente con un análisis filosófico y político, para pensar cómo se irá gestando un poder que limite la deriva autoritaria como en los casos de Trump en EEUU, Bolsonaro en Brasil, o el actual de Argentina. En Brasil, los poderes constituidos son ultra conservadores, pero fueron fundamentales para bloquear a Bolsonaro. Por lo tanto es una reflexión que tenemos que hacer. Fueron temas que abordamos en Global Latinoamérica.
-Tiene relación con la cuestión migraciones.
-La situación de las migraciones a la luz de la globalización y sus efectos subjetivos es un abordaje necesario: esta situación se da escala planetaria, tanto en Latinoamérica, como las caravanas migrantes que intentan llegar a los Estados Unidos. Podríamos decir que hoy las migraciones continúan, y a diferencia de la globalización de los ‘70, ‘80 que era planteada desde arriba con las deslocalizaciones industriales del centro a la periferia capitalista en busca de abaratamiento de costos. Pero ahora que la globalización está extenuada, las migraciones continúan y es una forma de expresión de la autonomía, generando situaciones muy complejas, como la xenofobia y el fundamentalismo. Dentro del mundo actual, en el interior del Imperio existe esta globalización por la base, que no logra resolver y más aún tiene una dinámica imparable. En el corazón de la globalización están las migraciones.