“Las fotos que se ven en la muestra «Te pido humildemente. Retratos de fe y devoción al Gauchito Gil»  -dice Augusto Starita-las tomé en dos viajes distintos, uno en 2014 y otro en 2024, que hice a la conmemoración de la muerte del Gauchito que se hace todos los años en Mercedes, provincia de Corrientes, el 8 de enero. El concepto es 10 años, 10 fotos, 1 santo, porque son fotos dedicadas al Gauchito Gil”.

“Las muestra -explica- es muy documental, muy antropológica, en el sentido de que yo hice retratos de los devotos y devotas lo que significa el Gauchito. Intenté que hubiera mucha presencia femenina. En las fotos predomina el rojo porque la gente se viste de ese color  ya que el Gauchito llevaba un pañuelo rojo en el cuello. También tiene que ver –dicen- con su sangre inocente derramada porque a él lo degüellan.

Y agrega: “Esta es la primera edición de la muestra. En ediciones sucesivas iré agregando más fotos y de mayor tamaño. Se inauguró el 23 y durará un mes. Luego veremos qué rumbo toma pero la idea es llevarla a otros lugares”.

Starita nació en Quilmes en 1977. Es licenciado en Ciencias Políticas (UBA) y fotógrafo de prensa y documental ( ARGRA). Se dedica a la fotografía desde 2012 y entre 2028 y 2019 cursó la Maestría en Periodismo Documental en UNTREF y actualmente trabaja en su tesis de graduación.

 “Ya desde chico –explica Starita su interés por el Gauchito Gil- esa figura de santo tan fuerte. Cuando viajé a Mercedes, Corrientes, en 2014 la verdad es que me emocioné mucho porque el 8 de enero van a Corrientes unas 200.000 personas. Es algo realmente impresionante”. 

 “Desde entonces comencé a dedicarle más tiempo a esa devoción. La graduación de la Maestría en Periodismo Documental, la tesis en la que estoy trabajando, es  sobre el Gauchito Gil en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Estoy armando un documental.

Yo pienso la muestra como la muestra en sí, un documental y un libro de fotografías sobre el Gauchito Gil que seguramente sacaré el año que viene. Tengo mucho material y el libro va a mostrar, precisamente,  lo que se ve en la muestra, la devoción por el Gauchito Gil”.

El libro no sólo mostrará la devoción que se le rinde en Corrientes, sino también la de otros puntos del país. “Hace un par de años  tuve la oportunidad de ir a la Antártida y tomé fotos de un devoto del Gauchito, una persona que estaba en Base Marambio. Por eso, el libro va ser sobre la devoción del Gauchito Gil en todo el país, no sólo en Corrientes”.

Pero en Mercedes, Corrientes, se levanta el santuario más grande del Gauchito porque se supone que fue su lugar de nacimiento. Según cuenta la leyenda que quizá fue historia, luego de luchar en la Guerra de la Triple Alianza, el Gauchito desertó del Ejército y se dedicó  a robar a los ricos para repartir esos bienes entre los más pobres.

Foto: Augusto Starita

Por eso, la gente de Mercedes lo protegió hasta que la policía lo capturó, finalmente, un 8  de enero,  antes de que pudiera ser juzgado. Y fue en ese momento fue que realizó su primer milagro. El gauchito le dijo a su verdugo que pusiera su sangre inocente sobre la sangre de otro inocente. El hombre, que tenía un hijo enfermo,  le colocó sobre el cuerpo algo de la sangre derramada por el Gauchito  y su hijo se curó. Así nace el culto al santo popular milagrero nacido en Mercedes.  

El gauchito Gil, notas de un encuentro impactante

“No encontré muchas diferencias entre el viaje de 2014 y 2024 al santuario del Gauchito Gil, dice el fotógrafo. La concurrencia de los devotos es muy masiva y muy impactante. Se convocan unas 200.000 personas a la vera de la ruta 123 y ahí se ve cómo llega gente de todos los lugares del país. En general, es gente muy humilde que va juntando  billete para poder estar el 8 de enero allí”.

“La gente va a agradecer, le prende una vela roja, un cigarrillo encendido. Va a agradecer pero también a pedir. Ese año fui en auto y pude ver cómo mucha personas iban caminando por la ruta cumpliendo una promesa porque quizá el Gauchito cumplió con lo que ese devoto pidió”. 

Foto: Augusto Starita

“Para cumplir, el devoto camina kilómetros y kilómetros. No es que se le pida salud o trabajo como a otros santos,  sino que cada uno pide lo que necesita. Como el Gauchito es un santo popular no reconocido por la Iglesia, hay tantos santos, tantos Gauchitos como devotos. Para cada cual representa algo distinto”.

“Hay personas –agrega- que dicen que el Gauchito robaba para darles lo que robaba a los pobre y por eso muere a manos de la autoridad, lo cuelgan de un árbol y lo mata la policía. Otra gente dice que no robaba. Cada persona tiene su propio santo, su propio Gauchito Gil. Por  eso digo que hay tantos gauchitos como devotos”.

Foto: Augusto Starita

El fotógrafo acota que el Gauchito Gil es, sin duda, el santo popular que más ha crecido en los últimos veinte años. “Vaya donde vayas –dice-, cualquier ruta que tomes, vas  a ver una bandera roja o un pequeño santuario a la vera de la ruta. Quizá  hace 30 años eso no sucedía”.

Además de la vela roja y el cigarrillo encendido, mucha gente le deja un vaso o una botella de vino tinto. El color de la vela como el del vino, que es tinto, tiene que ver con la sangre derramada por el gauchito. “Estas son las tres ofrendas fundamentales para agradecerle”.

Cuando se le pregunta por qué cree que el Gauchito Gil es tan popular,  contesta que la figura del gaucho es muy fuerte en Argentina y por eso la gente “se adueñó de ese mito”. “Digo mito –aclara- porque no hay un documento que acredite de manera fehaciente su nacimiento y su vida”.

Y continúa: “No hay una institución que te diga cómo tenés que creer, cómo tenés que agradecer o cómo te tenés que vincular con ese santo. Es un santo popular,  por lo que no hay ninguna institución que medie entre él y los devotos”.

La muestra “Te pido humildemente. Retratos de fe y devoción al Gauchito Gil”,  fotografías de Augusto Starita, puede verse en el Instituto Patria, Rodríguez Peña 80, CABA, de lunes a viernes de 14 a 17.