El derechista Iván Duque será el próximo presidente de Colombia, al superar ampliamente en la segunda vuelta electoral al izquierdista Gustavo Petro, según el escrutinio oficial.


Duque obtenía 53,95 por ciento de los votos contra 41,83 por ciento de Petro cuando se había completado 98,96 por ciento del conteo de la Registraduría Nacional del Estado Civil.


Postulado por el partido Centro Democrático del ex presidente Álvaro Uribe, Duque es un joven senador y ex economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sin experiencia de gestión pública.
En tanto, Petro fue un guerrillero desmovilizado en el contexto de los acuerdos de paz de 1989 y, posteriormente, alcalde de Bogotá y también senador.

El triunfo de Duque abre un gran interrogante sobre el futuro de los acuerdos de paz logrados por Juan Manuel Santos y la organización guerrillera FARC. Si bien advirtió durante la campaña que no procura hacer «trizas» ese pacto, remarcó la necesidad hacer cumplir a los «máximos responsables de la violencia” lo pactado acerca de justicia, reparación y verdad.


No obstante, las propuestas de Duque no sólo amenazan puntos vitales del acuerdo de paz -como la garantía de un espacio en los ámbitos de representación para la ex guerrilla mientras se consolida como un partido político o la posibilidad de contar sus crímenes sin temor a pasar el resto de sus vidas detrás de las rejas-, sino que además ignoran el creciente clima de violencia que se vive en las zonas antes controladas por las FARC.


Además de recoger el acompañamiento de quienes cuestionan el acuerdo de paz, Duque es el elegido de Uribe, lo que le generó inicialmente la necesidad de diferenciarse y desmarcarse del ex presidente colombiano.


El candidato moderó su discurso respecto de Uribe, estrategia que, sumada a su tarea legislativa y sus formas cuidadas, le permitieron ganar la consulta interna de la derecha. Una de sus derrotadas, la abogada Marta Lucía Ramírez, es su compañera de fórmula.

Duque nació en Bogotá en agosto de 1976 y creció en el seno de una familia liberal. De su padre, Iván Duque Escobar, que fue gobernador del departamento Antioquia y ministro del presidente Belisario Betancur, recibió el interés por la política. Se graduó como abogado en la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá, tiene un máster en Derecho Económico de la American University y otro más en Gerencia de Política Pública de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos). Durante 10 años fue consultor de la Corporación Andina y consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).


Hincha del América de Cali, cultor del vallenato, Duque está casado con María Juliana Ruiz, una abogada que trabajó más de 10 años en la Organización de Estados Americanos (OEA) y con quien tiene tres hijos.
A quienes le señalan su falta de experiencia ejecutiva, Duque suele marcarles los ejemplos de los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron, y de Canadá, Justin Trudeau, de quienes, además, se considera cercano en edad. No mencionó a Macri en ese grupo de referentes, aunque se descuentan que tendrán buena relación y que sumarán más coincidencias que diferencias.