El reciente e hipócrita anuncio del Ministerio de Economía festejando una recuperación salarial pretende esconder a los principales ganadores y perdedores de la política económica del gobierno. Como quien esconde el sol con la mano, intenta hacer pasar como triunfador al trabajo, cuando el capital viene ganando la pelea por goleada desde diciembre, y desde varios años antes.

Más explícito fue el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, cuando mostró de Estados Unidos una filmina que señala el aumento de precios en los distintos sectores económicos y la relación con los salarios, asegurando que los “salarios están en niveles históricamente bajos y los márgenes son amplios”. Una muestra clara del feroz ajuste en el mercado de trabajo realizado por el gobierno de Milei.

Una muestra de esto se ve en el conflicto que llevan adelante los trabajadores y trabajadoras ceramistas agrupados en la Federación Obrera Ceramista (FOCRA), que llevan una semana de huelga nacional contra la decisión de las empresas de intentar una rebaja salarial. Las patronales de la actividad industrial ceramista representadas por la Cámara de Fabricantes de Pisos y Revestimientos Cerámicos y la Cámara Industrial de Cerámica Roja pretenden cerrar la paritaria 2023/2024 con una rebaja del salario real y congelar los salarios hasta fin de año o hasta tanto ellos consideren que están en condiciones de otorgar nuevos aumentos.

Empresas que ganan miles de millones anuales, y que aumentaron los precios de sus productos sin techo alguno, pelean por reducir los salarios reales de los trabajadores e incrementar más aún sus ganancias, lideradas por Cerámica Alberdi -propiedad del presidente de la UIA de la Provincia de Buenos Aires y vicepresidente de la UIA Nacional- y por el grupo económico que componen las empresas LaterCer, Cerámica Quilmes y Palmar, entre otras.

Se excusan en una crisis de la industria, que sin dudas se ve afectada por la recesión, pero se niegan a presentar los balances de sus empresas, lo que es su obligación. Una sola empresa que cotiza en bolsa, y por ello obligada a hacer públicos sus balances, ganó en el primer trimestre de 2024 1.212,5 millones de pesos, y desde el 2022 declara que embolsó una ganancia de 40.000 millones de pesos.  

La industria ceramista tuvo en los últimos años ganancias en niveles más que extraordinarios, lo que le permitió invertir y modernizar sus establecimientos autofinanciándose, y hoy pretende subirse a la ola flexibilizadora para concretar una rebaja salarial. Ganan miles de millones y quieren pagar salarios de hambre.

El alineamiento empresarial con las políticas flexibilizadoras contenidas en la reforma laboral de la Ley Bases es absoluto, y desenmascara el verdadero objetivo de esta y de las patronales, aumentar sus ganancias a través de la reducción de los salarios reales principalmente, que es lo que en los hechos está ocurriendo. 

El método de ajuste de las políticas económicas de Milei se ve en el mercado de trabajo, buscan contener la inflación destruyendo los salarios reales de trabajadoras y trabajadores activos y pasivos, generando más desocupación. 

Y el principal obstáculo para estas viejas recetas neoliberales que pretenden implementar siguen siendo los sindicatos, los delegados, los convenios colectivos de actividad, la clase trabajadora organizada, la huelga.