El tiempo corre y genera fenómenos curiosos. La voluntad de decir y cierto clima de época vieron nacer a los atletas de las redes: suerte de nuevos renacentistas que amplifican sus obsesiones en Facebook, Twitter, Snapchat e Instagram. Gabo Ferro no milita la diversificación virtual. Pero construyó oportunidades bastante más concretas y valiosas de ampliar su campo de expresión. Conocido como uno de los cantantes y compositores más inquietantes de la escena, construyó un recorrido singular como historiador y desembarcó en los teatros para participar de proyectos más relacionados con la dramaturgia, otros con lo performático y hasta acercamientos a la ópera contemporánea. Ahora protagoniza El astrólogo (un cuadro), una obra de teatro musical que desafía los lugares comunes.
«Se anquilosó la idea de que sólo en el Renacimiento la gente podía tener y concretar diversos intereses. Pero es como la grieta: existió toda la vida (risas). Es cierto que muchas veces nos autocondicionamos y creemos que podemos hacer una sola cosa. Pero hay que superar nuestros propios prejuicios. Siento que El Astrólogo es un ejercicio de libertad. No se trata de alquilar un teatro y expresar lo que sentimos (risas). Me convocó gente muy capaz y muy crítica a la cual admiro. Yo también soy muy crítico y hacerme cargo de estas audacias me obliga a trabajar muchísimo. Afortunadamente el aporte de Abel (Gilbert) y Walter (Jakob) me da mucha seguridad», revela Ferro.
El astrólogo (un cuadro) cuenta con música y libreto de Abel Gilbert y la dirección de Walter Jakob. Acompaña a Ferro el Nonsense Ensamble Vocal de Solistas, que incluye a Lucía Lalanne (soprano), Evangelina Bidart (mezzo soprano), Martín Díaz y Marco Cuozzo (tenores), Alejandro Spies y Jonatan Favilla (barítonos), y Valeria Martinelli (contralto y dirección musical). El texto está construido a partir del personaje el Astrólogo, de Los Siete Locos (Roberto Arlt), pero traído al presente y con un enfoque y proyección muy distintos.
¿Qué tanto influyó Arlt en que Gabo Ferro se sumara al proyecto?: «Diría que no mucho. De hecho, tuve mis dudas cuando me comentaron que la obra venía por ese lado. Leí mucho a Arlt, pero sobre todo cuando era chico. Y lo que más me gustaban eran sus Aguafuertes Porteñas. Los clásicos, con la soberbia de la juventud, me parecían demasiado en consonancia con su época, más allá de que tenían tintes de vanguardia. Ya de grande tuve otra relectura de Arlt. Pero básicamente lo que me convenció de participar en la obra fue que la idea de extrapolar al Astrólogo al presente funcionaba. No se quedaba en el chiste interno.»
La faceta más reconocida de Ferro es la musical. Pero su actividad en el teatro es creciente y siempre rehúye los caminos más transitados. Sus experiencias más reconocidas en este campo incluyen Artaud 1: Lengua Madre (dirigida por Emilio García Wehbi) y Ese grito es todavía un grito de amor (de Rubén Szuchmacher, una ópera sobre textos de Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes).
Ferro recorrió un larguísimo camino desde que en los ’90 comandaba la banda de rock disidente Porco. Sobre el tema aclara: «Sentí que mi proyecto musical de aquella década terminó en un fracaso. Me fui a estudiar Historia y pensaba en todo ese tiempo perdido en formación y ensayos. Pero con el tiempo me di cuenta de que venir del rock, haber estudiado Historia, canto y actuación eran herramientas muy útiles. Con el tiempo encontré los espacios para utilizar cada una de esas herramientas. Algunos dirán que tengo que demostrar algo. Pero yo no tengo que demostrarle nada a nadie. Lo digo sin pedanterías. Hago esto porque lo disfruto, me hace bien y porque este trabajo pasó por un filtro de múltiples exigencias.»«
Dos discos ya terminados
Más allá de sus múltiples intereses, Ferro no descuida su carrera musical. Este martes lanzará el disco El agua del espejo, conformado por 16 versiones de temas propios, esta vez acompañado por el pianista Juan Carlos Tolosa. En algunos casos se parecen a las originales y en otros quedamos bastante lejos. El aporte de Juan, con su mirada que viene de la música contemporánea, le da un enfoque muy diferente. Los resultados son muy musicales. Lo vamos a presentar el 4 y 5 de noviembre en el Toquato Tasso, revela el cantante y compositor.
Pero las novedades no terminan acá. Ya está terminado el primer disco que Gabo grabó son Sergio Ch (ex Los Natas, actual Ararat y Soldati). «Quedó espectacular agita Ferro. Somos nosotros dos con canciones nuevas, cada uno con una guitarra criolla y su voz. Seguramente saldrá el año que viene. Tiene lo que somos hoy, pero también ecos de todo ese falo sónico de Los Natas y mi juego con la androginia».