Tanto FIFA como Conmebol ratificaron en sendas cartas de sus áreas legales que un Estado no puede obligar a una federación a cambiar sus estatutos. Los dictámenes que la AFA publicó esta semana fueron contundentes contra el decreto 70/23 con el que el gobierno de Javier Milei pretende modificar la Ley del Deporte, imponiéndole a la entidad el plazo de un año para adecuar su reglamento interno y aceptar las sociedades anónimas deportivas, las SAD. Ambos textos critican la injerencia estatal sobre un organismo privado. El fútbol corre a Milei con las banderas de la libertad.  

“Las federaciones miembros de la FIFA –y en este caso la AFA– deben gozar de la autonomía suficiente para determinar de manera libre y democrática la naturaleza jurídica de los clubes que participen en sus competiciones nacionales”, escribió Emilio García Silvero, director Legal y de Cumplimiento de la FIFA, que no se expide sobre la cuestión de SAD sí o no, sólo advierte sobre la intervención del Gobierno. “Establecer la obligación de incluir a los clubes que se transforman en SAD como miembros de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) constituye una flagrante intromisión y una injerencia arbitraria por parte del Estado, ya que despoja a una asociación civil privada de la facultad de decidir con autonomía acerca de su régimen de gobernanza, su gestión y sus intereses”, concluyó Monserrat Jiménez, directora jurídica de Conmebol.

Ambos respondieron a un requerimiento que a principios del mes pasado realizó Andrés Paton Urich, gerente de legales de la AFA, en medio de la embestida del gobierno, que incluso amenazó con intervenir a la entidad tanto en palabras de Milei como de su ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarana, además dirigente de la asociación civil Racing Club. El dictamen de la FIFA expuso sobre el final que una circunstancia de ese tipo entraría en conflicto con sus estatutos, en particular con el artículo 19 que hace referencia a la independencia de sus miembros, lo que podría derivar en sanciones.

El respaldo de la FIFA a la AFA de Claudio “Chiqui” Tapia era previsible. Así pasaba también en los tiempos de Julio Grondona. ¿Cómo podría Gianni Infantino dejar liberada a un conflicto a la selección campeona del mundo? A la selección de Lionel Messi. Pesa más que el vínculo que pudiera tener con el presidente de la Fundación FIFA, Mauricio Macri, uno de los impulsores de las SAD en el país. Infantino avaló una intervención de la AFA durante 2016 cuando Macri gobernaba en la Argentina. Hubo devolución de favores con la invitación a la cumbre del G20. Pero no pudo avanzar sobre los clubes. 

La AFA, además, se sostiene en un fallo judicial en segunda instancia que declaró la inconstitucionalidad del decreto. Por fuera de esos trámites más ligados a lo burocrático, esta semana además hubo un abrazo al edificio de la calle Viamonte por parte de la Coordinadora de Hinchas que reúne a socios y socias de distintos clubes. La movida coincidió con la movilización por los jubilados, reprimida por la Policía Federal, que hasta gaseó a una nena de diez años y a su madre. 

“Nuestros clubes no son sus negocios”, fue la consigna de la Coordinadora. El abrazo a la AFA ocurrió días después de que el presidente de Talleres, Andrés Fassi, se enfrentara a Tapia después del partido que su equipo perdió en los penales frente a Boca por la Copa Argentina. Las críticas de Fassi fueron más allá del error de Andrés Merlos en el gol de Brian Aguirre. Fueron contra el sistema. Pareció otro capítulo de SAD versus asociaciones civiles sin fines de lucro. 

“El debate acá no es tal o cual dirigente. El debate es si queremos que los socios tengan más participación en el club y sean los que tomen las decisiones, o si los que tomen las decisiones van a ser los empresarios que compren el club y lo administren según sus negocios. Nosotros queremos más participación y la incentivamos”, dice Hernán “Cherno” Aisenberg, referente de Boca es Pueblo y de la Coordinadora. “Hay que incentivar a la participación -agrega-. Al contrario de la no participación, que es lo que proponen las SAD. Porque si clubes que son asociaciones civiles sin fines de lucro tienen dirigentes pésimos, sean corruptos o simplemente malos, eso se puede cambiar con democracia

Las cartas de FIFA y Conmebol, en el plano de lo jurídico, y el abrazo a la AFA, en el plano de la movilización, son dos miradas sobre lo que se discute en el fútbol argentino. Una desde arriba y otra desde abajo.