La red nacional Autoconvocados UVA, que agrupa a miles de familias que obtuvieron los préstamos hipotecarios lanzados en la era Macri, volvió a manifestarse en contra de la postura que adopta el presidente Alberto Fernández, a quien le exigen «terminar con esta usura, llevando a la práctica una de sus frases de campaña: ‘Entre los bancos y la gente, me quedo con la gente'».
«Cuando escucho quejarse tan agriamente a los que han sacado créditos, hay que aclarar que son alrededor de 90 mil personas, no son millones. Los quiero llamar a la reflexión porque, entre lo que aportó el Estado y los bancos, fueron $ 2 mil millones para aliviar su situación», dijo el presidente en una entrevista con Radio Continental.
Luego del congelamiento en la cuota, que duró seis meses, el Banco Central y el Ministerio de Hábitat acordaron con los bancos distribuir los aumentos postergados durante un año. Esta dilación en el impacto de la cuota cuesta $ 1400 millones a los bancos y unos 600 millones al Estado, según los cálculos de Fernández.
Lejos de verlo como una solución, los Autoconvocados UVA salieron al cruce. Hace diez días, convocaron a manifestaciones en distintos puntos del país. El lunes último, luego de la citada entrevista, emitieron un extenso comunicado. «El Presidente Alberto Fernández volvió a referirse a que se trata de ‘un acuerdo entre privados’. No es la primera vez que lo hace, pero su insistencia en querer reducir la problemática a un mero acuerdo entre privados, nos obliga a pronunciarnos públicamente al respecto», indicó la misiva.
«A lo largo de toda la campaña electoral, el por entonces candidato no se refería a estos créditos como una mera cuestión entre privados. Muy por el contrario, aludía a los mismos como una estafa y señalaba que todo el costo de la devaluación recaía sobre los deudores y que los bancos eran los grandes beneficiarios de esta relación contractual», continuó.
Asimismo, los deudores indicaron que el presidente «señalaba que en el año 2003 y siendo él jefe de gabinete, junto con el Presidente Néstor Kirchner, habían tenido que enfrentar una situación similar con los créditos hipotecarios dolarizados de la época de la convertibilidad. ‘Sabemos cómo hacerlo’, sentenció en más de una oportunidad. En ese momento, El Estado se hizo presente y asumió su responsabilidad».
«Han pasado solamente 60 días desde la asunción presidencial y su discurso en la materia cambió radicalmente. Se devaluó su palabra», sentenció la carta pública.
Con respecto a las medidas adoptadas, el comunicado aseguró: «Suena a poco, más bien a nada». Al mismo tiempo, recuerda que «estos créditos fueron impulsados desde el Estado Nacional como una política pública de vivienda» y que «toda la maquinaria publicitaria del Estado y del sistema financiero se puso a disposición para promocionar esta nueva cuasi moneda, la UVA». Estas líneas crediticias «se convirtieron en las únicas disponibles para acceder a una vivienda».
«El Estado nunca estuvo ausente. Fue el motor e impulsor de estos créditos. El gobierno actual no puede desatenderse de ello», advirtió el escrito.
Finalmente, el colectivo de deudores se dirigió al mandatario: «Sr. Presidente Alberto Fernández, hemos reflexionado y, al igual que Usted, estamos convencidos que estos créditos indexados son una estafa. De usted depende tomar una decisión y terminar con esta usura, llevando a la práctica una de sus frases de campaña: ‘Entre los bancos y la gente, me quedo con la gente'».
En la actualidad, el congelamiento caducó, con lo que los deudores de hipotecas UVA deben pagar la cuota del mes más el plus correspondiente al plan de pagos por el congelamiento. Además, el mecanismo de indexación sigue vigente tal cual estaba. Mientras las autoridades llaman a desindexar la economía, liberan a los créditos UVA de esta convocatoria.