La recaudación fiscal cayó más de 9% en términos reales, como consecuencia de la menor actividad económica y de la reforma tributaria impulsada por el gobierno para aliviar la carga de las empresas. Así se desprende de los datos oficiales que dio a conocer este lunes la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
El titular del organismo, Leandro Cuccioli, detalló que en marzo se cobraron tributos por $ 327.870 millones. La suba de 37,3% en la comparación con el mismo mes del año pasado fue licuada por la inflación, que hasta febrero era de 51,3% interanual según el Indec y que podría ser aún mayor cuando se conozcan los índices del último mes. En el acumulado enero-marzo, la recaudación creció 38,9%, con otra fuerte disminución real una vez descontada la inflación.
Los impuestos representan una fracción más o menos constante de la actividad económica de un país. La diferencia entre la proporción en que subieron la recaudación y los precios sobre los que se pagan los tributos indica que la actividad cayó. El dato es crucial porque complica los planes oficiales de lograr el déficit cero en el funcionamiento de la administración pública, según lo prometido al Fondo Monetario Internacional.
Entre los rubros más significativos, por el Impuesto al Valor Agregado ingresaron $ 108.397 millones (subió 35,6%). Ganancias significó $ 60.690 millones (+25,0%) y Seguridad Social $ 85.692 millones (los aportes personales crecieron 31,5% y las contribuciones patronales 25,7%).
Para cada caso, Cuccioli dio su explicación. “Hace unos meses bajamos el IVA a la importación de bienes intermedios para ayudar a su posterior exportación. Esa percepción que antes había en la parte aduanera, en unos meses deberíamos verla en la parte impositiva. Si la medida no funciona bien, la revisaremos”, dijo. Sobre Ganancias, indicó la mejora fue discreta porque “en 2018 el quinto anticipo de personas físicas había caído en marzo y este año será en abril”. En Seguridad Social, admitió que se perdieron unos $ 3.000 millones por el ajuste en el mínimo no imponible para empresas y aceptó que hubo “una leve caída en el empleo”.
Por otro lado, el administrador presentó algunos lineamientos del plan estratégico de la AFIP para disminuir la evasión en los próximos cinco años. Las acciones, que incluyen el incremento en las operaciones electrónicas, una selección de casos a fiscalizar para direccionar mejor los recursos y una mayor digitalización en las declaraciones de los monotributistas, harán hincapié en la cultura tributaria. “Necesitamos un cambio cultural, porque cuando no nos pagan, nos roban a todos”, dijo Cuccioli.