El ex comisario Norberto Federico Villarreal, condenado a cinco años y medio de prisión como “jefe” de una asociación ilícita que cobraba coimas a cuidacoches y comerciantes de los barrios porteños de Núñez y Belgrano, quedó hoy en libertad por decisión dividida del tribunal oral que días atrás dispuso su condena.
Villarreal estuvo prófugo durante un año y medio y a través de su defensa había pedido una “morigeración” de su estado de detención, que consistía esencialmente en su prisión domiciliaria.
Su abogado, Leonardo Brond, había aportado la dirección familiar en la que cumpliría el arresto domiciliario y su pareja se había ofrecido como garante del cumplimiento de esa medida.
Sin embargo, el tribunal, con el voto mayoritario de los jueces Gustavo González Ferrari e Inés Cantisani, consideró que correspondía la libertad controlada por una tobillera electrónica y la obligación de comparecer periódicamente ante el tribunal, puesto que la condena no está firme y por el tiempo que llevaba preso Villarreal está próximo a acceder a la libertad condicional.
Entre las reglas de conducta impuestas por el tribunal figura “la obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que se designe”.
No obstante, esa medida “quedará suspendida mientras dure la emergencia sanitaria dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional” a raíz del Covid-19.
El tribunal evaluó que Villarreal “lleva en estado de detención más de tres años y que fue condenado a la pena de cinco años y seis meses de prisión, por lo que al cumplir los tres años y ocho meses de encierro podría, en caso de cumplir con el resto de los requisitos formales, ser incorporado al régimen de libertad condicional”.
Además tomó en cuenta que “el Complejo Penitenciario Federal de CABA ha informado que no registra sanciones en los últimos seis meses y que su calificación en el mes de marzo próximo pasado ha sido ‘conducta ejemplar 10’ y ‘concepto muy bueno – 05’”.
En disidencia, la tercera jueza del tribunal, Claudia Moscato, coincidió con la postura del fiscal Fernando Fiszer, quien se inclinó por el rechazo a la medida de morigeración de la detención.
“El dictado de una sentencia condenatoria, aunque no se encuentre firme, significa un indudable avance en la responsabilidad penal de Villarreal”, justificó Fiszer.
En ese contexto dio por “acreditado el peligro procesal de fuga del acusado a raíz de la gravedad y naturaleza de los delitos atribuidos, su repercusión social y la facilidad que demostró Villarreal para profugarse”.
Villarreal fue condenado en el mismo juicio en el que resultaron absueltos los ex jefes policiales José Pedro Potocar, Guillermo Villarreal y Susana Aveni, y condenados otros suboficiales como integrantes de la asociación ilícita que presuntamente operaba en la Comisaría 35 de la Capital Federal.
Villarreal era el único detenido de todos los condenados a penas de prisión de cumplimiento efectivo.