Hay partidos que no son históricos por el resultado sino por los goles. Y Franco Mastantuono lo hizo. Con los dos equipos ya clasificados a los octavos de final del Apertura, el 2-1 a favor de River ya está en la estadística y marcará el humor al menos de la próxima semana de los dos equipos, pero lo que hará inolvidable este domingo fue el tiro libre del chico de 17 años.

Ya había convertido uno hermoso, en Primera División, a Sarmiento de Junín, cuando tenía 16 años. Pero en este caso tendrá reprecusión internacional. Una pregunta se abre después del clásico: ¿cuánto tiempo se quedará en el fútbol argentino alguien con una cláusula de rescisión de 45 millones de dólares? Lionel Scaloni lo convocará antes del Mundial 2026. Marcelo Gallardo, después del partido, lo definió como un un golazo como hacía mucho que no veía: señaló uno de Juan Fernando Quintero a Racing, en 2019.

En los superclásicos, el último había sido otro golazo, de Edwin Cardona contra River, en 2017, de nuevo en el Monumental. Más atrás, también en los River-Boca, quedó un hermoso de Juan Román Riquelme en 2014 en la Bombonera (aunque ganó River 2-1) y uno de casualidad, de Leonardo Ponzio en 2012, en el Monumental. Y en la década anterior, se recuerdan dos de Marcelo Gallardo a Boca y otro de Riquelme, en 2000, en el Monumental. Los hinchas de River, claro, mencionarán a uno del Beto Alonso en 1986, en la Bombonera.

No hay parámetros para la belleza, pero el de Mastantuono tiene una diferencia: lo hizo un chico de 17 años. Se convirtió, de paso, en el goleador más joven de River en un superclásico: tiene 17 años, 8 meses, y 13 días y superó Javier Saviola (18 años y 5 meses en 2000). Por menos de una semana, el récord sigue del lado de Boca: el defensor Abel Alves, con 17 años y 8 meses y 7 días.

Aunque Boca tuvo chances para empatar sobre el final, River justificó su triunfo por su muy buen primer tiempo. El equipo de Fernando Gago sorprendió por su pasividad. Los cambios resultaron tardíos. Boca sigue primero en el grupo A pero, tras el fracaso contra Alianza Lima, queda aún más condicionado a realizar un gran etapa final del Apertura.

River, en tanto, comenzó a despegar: tras un mal comienzo de año, encontró la contundencia perdida y, de a poco, el funcionamiento. Ganó un superclásico que puede repetirse dentro de poco, en las instancias finales del Apertura. E hizo historia con Mastantuono.

«Uno sueña con estas cosas, más con un triunfo. Estoy disfrutando y no sé que pasará en el futuro, ya se verá, hoy tengo la cabeza en River», dijo Mastantuono, un chico grande, de 17 años. Nadie sabe cuánto seguirá en Argentina.