El papa Francisco se mostró «indignado y disgustado» por la quema de un ejemplar del Corán, el libro sagrado islámico, que tuvo lugar la semana pasada frente a una mezquita en Suecia, y advirtió que «la libertad de expresión nunca debe usarse como excusa para despreciar a otros». «Me siento indignado y disgustado por estas acciones», dijo el pontífice en una entrevista con el periódico de los Emiratos Árabes Unidos Al-Ittihad publicada este lunes y de la que el Vaticano divulgó una traducción.
Para Francisco, «cualquier libro considerado sagrado por sus autores debe ser respetado por respeto a sus creyentes, y la libertad de expresión nunca debe usarse como excusa para despreciar a otros, y permitir esto debe ser rechazado y condenado». El rechazo del Papa a la quema del Corán se suma así a las medidas pedidas en las últimas horas por la organización que reúne a los países musulmanes para evitar que se vuelvan a profanar copias del libro sagrado.
La Organización para la Cooperación Islámica (OCI), reunida de manera «extraordinaria» en Arabia Saudita, dijo en un comunicado que instó a sus 57 miembros a «tomar medidas colectivas para evitar que se repita la profanación de copias» del Corán. La reunión en la sede de la OCI en la ciudad de Yeda fue convocada luego de que un iraquí de 37 años que vive en Suecia pisoteó un ejemplar del libro sagrado de los musulmanes y prendió fuego a varias páginas.
El incidente de la semana pasada frente a una mezquita de Estocolmo coincidió con el inicio de la festividad musulmana de Eid al-Adha y el final de la gran peregrinación anual a La Meca en Arabia Saudita. La manifestación frente a la mezquita había sido autorizada por la Policía del país escandinavo en virtud del derecho a la libertad de expresión, pero el Gobierno sueco condenó la quema del Corán.
La plaga del hambre, otra preocupación de Francisco
En otro orden de cosas, el Papa pidió también una «acción conjunta» global para «erradicar la plaga del hambre» y convocó a gobiernos, empresas, sociedad civil y otros actores para que se unan con «un enfoque holístico y multilateral». «Es ineludible una acción decidida y competente para erradicar la plaga del hambre en el mundo, que avanza en lugar de retroceder», pidió el pontífice al enviar un mensaje a la 43 Conferencia del organismo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que sesiona en Roma.
«El reto al que nos enfrentamos es la acción conjunta y colaborativa de la entera familia de las naciones», analizó Francisco en el mensaje leído por el observador de la Santa Sede en el organismo, Fernando Chica Arellano, y divulgado hoy por el Vaticano, un día después de que el organismo reeligiera al chino Qu Dongyu como número 1. Para el Papa, «no puede haber lugar para el conflicto o la oposición, cuando los enormes desafíos vigentes requieren un enfoque holístico y multilateral».
En su convocatoria, Francisco sostuvo que «los gobiernos, las empresas, el mundo académico, las instituciones internacionales, la sociedad civil y los individuos deben hacer un esfuerzo conjunto, dejando a un lado lógicas mezquinas y visiones sesgadas, para que todos salgan beneficiados y nadie quede postergado». Según el Papa, «la pobreza, las desigualdades, la falta de acceso a recursos básicos como el alimento, el agua potable, la sanidad, la educación, la vivienda, son una grave afrenta a la dignidad humana».
Al mismo tiempo, el pontífice reclamó un cuidado y respeto especial «con la diversidad cultural y las especificidades tradicionales, que no pueden alterarse ni destruirse en nombre de una idea miope de progreso que, en realidad, corre el riesgo de convertirse en sinónimo de colonización ideológica». «Por eso, y no me canso de subrayarlo, las intervenciones y los proyectos deben planificarse y ejecutarse saliendo al encuentro del clamor de las personas y sus comunidades; no pueden ser impuestos desde arriba o desde instancias que solamente buscan su propio interés o lucro», reforzó.