Más de 50 mil personas homosexuales fueron sancionadas en Francia entre 1942 y 1982. A unas 10 mil las castigaron con penas de prisión. Incluso hubo deportados en campos de concentración nazi. La criminalización de la homosexualidad, legislada por el régimen colaboracionista de Vichy, duró más allá de la Segunda Guerra Mundial y no se terminó hasta principios de los 80, con la llegada al Elíseo del socialista François Mitterrand. Cuatro décadas más tarde de su despenalización, el Estado francés quiere reparar esta deuda histórica con las víctimas de la homofobia.
La Asamblea Nacional aprobó el miércoles a medianoche una propuesta de ley para indemnizar a los homosexuales condenados. Los 331 diputados que participaron en la votación, incluidos los de Los Republicanos (LR, afines al PP) y de la ultraderechista Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, votaron a favor de la medida. Esta sigue la estela de iniciativas parecidas en Alemania, Reino Unido o España. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue precursor en Europa al impulsar indemnizaciones de este tipo hace 15 años, aunque solo unos pocos centenares de españoles se han beneficiado de ellas.
40 años de represión «totalmente injusta»
«Ha llegado la hora de (…) decir esta noche en nombre de la República francesa: perdón, perdón a los homosexuales de Francia que sufrieron durante 40 años esta represión totalmente injusta», dijo el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, en la Asamblea. Salvo algunos discursos algo reticentes por parte de la ultraderecha —representantes lepenistas cuestionaron que la ley incluya compensaciones económicas—, el debate nocturno reflejó el consenso suscitado por esta ley. Aunque resulta una evidencia que Francia se ha derechizado en la última década en cuestiones como la inmigración o el islam, el sentido común del país ha evolucionado de manera progresista en otros asuntos, por ejemplo, la homosexualidad o el aborto, que ha blindado esta semana en su Constitución.
La propuesta sobre los homosexuales condenados fue impulsada por el senador socialista Hussein Bourgi en 2022, coincidiendo con el 40º aniversario de la despenalización. «Algunas de las personas condenadas me explicaron haber sufrido un verdadero hostigamiento por parte de la policía. Los despidieron como funcionarios. Recuerdo el caso de una persona que tuvo que cambiar de ciudad para encontrar un nuevo trabajo», explicó este representante del partido de la rosa al diario progresista Libération. «Cuarenta años después de la derogación de esas leyes, esta iniciativa legislativa tiene sobre todo una dimensión simbólica», reconoció Bourgi.
Indemnizaciones a entre 200 o 400 víctimas
El Senado ya había aprobado esta propuesta de ley en noviembre del año pasado. La versión adoptada ahora en la Cámara Baja resulta más ambiciosa, al incluir unas indemnizaciones económicas de un mínimo de 10.000 euros. «Francia es capaz de hacer lo mismo que Alemania, Reino Unido, Irlanda o España», destacó durante el debate parlamentario el diputado Hervé Saulignac, quien estimó que indemnizarán entre 200 o 400 homosexuales condenados.