El periplo de Javier Milei por los Estados Unidos terminó ayer con el cumplimiento de sus objetivos de mínima: una foto con el mandatario de ese país, Donald Trump. Pero no aportó mucho más. La reunión con Kristalina Georgieva no derivó en un acercamiento de posiciones entre el gobierno nacional y el Fondo Monetario. Los encuentros con las jefaturas del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no significaron nuevos acuerdos de desembolsos de dinero o refinanciación de pasivos.
Desde el oficialismo se hace hincapié con que el viaje también tenía por objetivo «mostrar la validez de la posición de Milei sobre la economía y la batalla cultural global» en una conferencia de la ultraderecha estadounidense CPAC. El discurso del presidente de ayer ante el auditorio giró en torno de sus tópicos ya conocidos.
Fue breve
De la reunión de Milei con Trump solo trascendió la foto. Es probable que sea lo único a rescatar ya que el encuentro duró lo que se tarda en sacar una foto y no mucho más.
El corresponsal de La Nación en Washington, Rafael Mathus Ruiz, lo expresó de este modo: «Breve cronología de Trump-Milei:
1. Adorni tuitea inicio de la reunión a las 15.58.
2. Trump llegó en su limusina al helicóptero M1 que lo esperaba fuera del hotel a las 16.12, y despegó a las 16.17, según el pool de WH.
3. Milei salió al pasillo de CPAC a esa misma hora».
Es decir, la ansiada reunión duró apenas 10 minutos y quizá menos.
Acaba de comenzar la reunión entre el Presidente de la Nación Javier Milei y el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump.
— Manuel Adorni (@madorni) February 22, 2025
Fin.
Antes del encuentro, Milei habló ante la conferencia de ultraderecha. Allí afirmó que la «era del Estado omnipresente» terminó. «De la misma manera que en la década del ’30 se podía vislumbrar que la llama de la libertad se estaba apagando y que comenzaba un nuevo cambio de servidumbre para la humanidad, hoy finalmente podemos decir que la era del Estado omnipresente ha terminado», dijo el presidente.
Aseguró que el mundo asiste al fin de «la larga marcha del Estado sobre el individuo», y que «nos hemos preparado para este momento y creo genuinamente que estamos dando una batalla crucial para el futuro de la humanidad».
El discurso de Milei tuvo un claro eje: pegarse a Trump. En ese sentido, señaló: «Dicen que Trump y yo somos un peligro para la democracia, pero en realidad están diciendo que somos un peligro para ellos».
«Somos un peligro para el partido del Estado; para quienes viven de su expansión ilimitada y quieren un individuo dependiente y sometido a sus caprichos regulatorios. ¿Saben qué? Tienen razón, somos su peor pesadilla», afirmó.
Volvió mostrarse del lado de Trump cuando dijo que la Argentina y EE UU «necesitan pasar por una segunda independencia» y agregó: «la primera nos liberó del poder de las monarquías europeas, la segunda nos liberará de la tiranía del Partido del Estado».
Otro guiño fue su mención a un acuerdo de libre comercio: «Argentina quiere ser el primer país del mundo en sumarse a este acuerdo de reciprocidad que pide la administración Trump en materia comercial». Y agregó: «De hecho, si no estuviéramos restringidos por el Mercosur, Argentina estaría trabajando en un nuevo acuerdo de comercio con Estados Unidos».
Sobre el final, hizo énfasis en el ajuste estatal que realizó durante su primer año de gestión y vaticinó más golpes para este 2025. «Este año prenderemos la fase 2 de este proceso, que hemos bautizado como la motosierra profunda, para continuar achicando el Estado, devolviéndole a la gente la riqueza que jamás debió haberle sido arrebatada», concluyó. «
Con el Banco Mundial
El viernes el presidente Javier Milei se reunió con el titular del Banco Mundial, Ajay Banga, en la sede del organismo en Washington D.C. Un breve parte de la Oficina del Presidente dijo que «esta actividad forma parte de la amplia agenda desplegada por el mandatario en Estados Unidos, acompañado por su comitiva integrada por la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el canciller Gerardo Werthein; el Ministro de Economía, Luis Caputo y el vocero Presidencial, Manuel Adorni». Sin embargo, el texto no abundó en detalles de lo tratado, que no habría incluido nuevos desembolsos.