Las 134 palabras del comunicado en inglés que el Fondo Monetario Internacional emitió el martes por la noche, confirmando un acuerdo con el gobierno argentino, contestaron las preguntas cuya respuesta ya se daba más o menos por conocida, pero no despejaron las dudas sobre los interrogantes que inquietan a los mercados. ¿De cuánto será el desembolso inicial? ¿A qué condiciones estarán sujetos los giros siguientes? Y sobre todo, ¿Cómo será el nuevo esquema cambiario?

Lo poco que puntualizó la declaración ya era conocido. Se trata de un programa de facilidades extendidas (EFF) que se extenderá a lo largo de 48 meses por un monto U$S 20.000 millones. Ese tipo de programas fija la devolución del capital en cuotas a partir del quinto y hasta el décimo año a contar desde cada remesa, por lo que la cancelación total recién se efectuaría hacia 2038.

Las cosas que el FMI no dijo sobre su acuerdo con el gobierno de Milei
El directorio del FMI aprobaría el acuerdo este viernes.

Sin embargo, esos datos no alcanzan para calmar a los mercados, que se han lanzado en una corrida por los dólares que quedan en el Banco Central. La crítica situación de las reservas de la entidad, de las que Tiempo ya dio cuenta, más el evidente retraso cambiario que se traduce en precios internos enormemente caros en comparación con los de otros países, provocaron mayor demanda de divisas por parte de los importadores, retracción de los exportadores (justo cuando empieza la temporada alta de liquidación de la cosecha gruesa) y una suba de las cotizaciones paralelas del dólar.

En ese sentido, el comunicado del FMI nada dice del esquema cambiario que implementará el gobierno para frenar la corrida y acumular las divisas tan necesarias para afrontar los pagos con los acreedores (U$S 12.066 millones este año entre bonistas particulares, organismos internacionales, cancelación de Bopreales y los intereses por los créditos ya concedidos por el Fondo, según el cálculo de la consultora Eco Go).

Nuevo régimen cambiario

Lo que se da por seguro es que mantener el “crawling peg” (sistema de minidevaluaciones diarias) al 1 por ciento mensual ya es cosa del pasado, porque sólo sirvió para fomentar un dólar barato que no hay manera de seguir respaldando. Si se confirma, sería un golpe político para el gobierno, con el riesgo de que una modificación del tipo de cambio se traslade a los precios justo en los meses previos a las elecciones provinciales y nacionales.

Las cosas que el FMI no dijo sobre su acuerdo con el gobierno de Milei
Santiago Bausili (BCRA) y Luis Caputo, los autores del crawling peg que ya se da por muerto.
Foto: Mariano Sánchez / NA

Algunas versiones hablan de la implementación de un sistema de flotación entre bandas, que habilitaría al Banco Central a comprar divisas cuando la cotización toque el piso y a vender cuando llegue al techo. Otras se refieren a una flotación sucia, en la que el precio del dólar sería fijado por el mercado y la entidad podría intervenir cuando lo considere necesario.

Para eso, claro, el BCRA necesita tener poder de fuego, algo de lo que hoy carece después de que sus reservas brutas cayeron en U$S 3000 millones en un mes. Por eso hay que ver qué porción del préstamo es de libre disponibilidad, ya que en los cuatro años del acuerdo hay devoluciones de capital al Fondo ya pactadas por U$S 14.000 millones.

Si el directorio del Fondo autoriza al gobierno a usar los otros U$S 6000 millones en aplacar el dólar, estaría contraviniendo los preceptos del artículo 6 del anticuado Convenio Constitutivo del organismo (data de 1944), que establece que “ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital”.

Al respecto, Caputo no goza de buena reputación en la entidad: cuando fue presidente del Banco Central, en 2018, se patinó buena parte de los U$S 15.000 millones del primer desembolso en tratar de contener al dólar. No sólo fracasó sino que desde Washington le pidieron al entonces presidente Mauricio Macri que le diera salida de su cargo al “Messi de las finanzas”.

Todos esos ingredientes mantienen intranquilos a los mercados hasta tanto se difundan mayores precisiones. Según las costumbres del FMI, el staff level agreement (el texto del acuerdo entre el gobierno y el equipo técnico de la entidad en el que se consignan plazos, metas, condiciones y demás características del programa) se conocerá cuando el directorio apruebe la operación, lo que podría ocurrir este viernes.