La filial local de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) cumplió 20 años y los celebró ayer con una ceremonia programada dentro de la agenda de actividades especiales de Bafici, en una de las salas del complejo Multiplex Belgrano. En la misma entregó sus premios anuales, con los cuales distinguió a las mejores producciones cinematográficas estrenadas durante la temporada 2018. Las elegidas por sus miembros fueron La flor, la maratónica película de Mariano Llinás de 14 horas de duración, que se llevó el galardón a la Mejor Película Argentina 2018, mientras que en la categoría internacional el premio a la Mejor Película se lo llevó El hilo fantasma, del director estadounidense Paul Thomas Anderson. Además fueron reconocidas con menciones honoríficas la argentina El silencio es un cuerpo que cae, documental de la cordobesa Agustina Comedi, y la película animada Isla de Perros, del estadounidense Wes Anderson.
La celebración incluyó además la proyección del largometraje Pizza, birra, faso, de Bruno Stagnaro y Adrián Caetano, primera película nacional reconocida por FIPRESCI en 1998 y título fundacional del aún llamado Nuevo Cine Argentino (NCA). La misma fue presentada por uno de sus protagonistas, el actor Jorge Sesán, quien agradeció emocionado que la película volviera a tener la posibilidad de ser vista por el público en una sala de cine.
Tras la proyección se llevó adelante una charla abierta al público que bajo el título de “Premios Fipresci, 20 años: ¿Continuidades del NCA?” reunió a un panel integrado por el propio Sesán, la cineasta argentina Celina Murga y los críticos de cine Nazareno Brega y Leonardo D’Espósito. Durante la misma Murga sostuvo, respecto de los comienzos del NCA: “Nuestro lema era ‘como nada tenemos, haremos todo’. Todo era puro deseo”. Por su lado Sesán expresó su idea de que la crítica siempre construye. En tanto D’Espósito expresó que “nunca hay un cambio estético y social si no hay un público dispuesto a seguirlo”. Y Brega, por su parte, ensayó una autocrítica respecto de la abrumadora mayoría masculina en el espacio de la crítica cinematográfica en la Argentina y afirmó: “Quizás los críticos tenemos modos algo agresivos cuando discutimos sobre las películas y eso puede terminar resultando expulsivo para nuestras colegas”.