En el marco de la pelea por la instalación de una planta de GNL entre Río Negro y la provincia de Buenos Aires, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, salió a respaldar a su par patagónico Alberto Weretilneck y a la provincia vecina. En su cuenta de X posteó este jueves: «Queremos el puerto para exportar GNL con cero emisiones de carbono en la Patagonia».
En ese punto, Figueroa destacó que “poder exportar GNL brinda un horizonte de progreso a toda la región patagónica, que impactará positivamente en la economía nacional”. Y remarcó que “la ubicación en Sierra Grande ofrece ventajas técnicas, así como la licencia ambiental y social que la posicionan como la mejor opción para la construcción de un puerto específico que nos permita exportar nuestro gas al mundo”.
Figueroa y Weretilneck trabajan en tándem desde que asumieron al frente de sus provincias, pero tienen un camino recorrido juntos desde hace muchos años, cuando “Rolo” era vicegobernador de Neuquén. Además, de la posible instalación de la planta de GNL en Río Negro, los temas que los unen son Vaca Muerta, las cuencas hídricas, petroleras y transporte.
Si bien ambos pertenecen a partidos provinciales, en noviembre del año pasado marcaron su apoyo públicamente al candidato a presidente de Unión por la Patria Sergio Massa. Desde el triunfo de Javier Milei se mostraron opositores, en alianza con el resto de los gobernadores de la Patagonia, a medidas del gobierno nacional como la suspensión de la obra pública o el recorte de envío de fondos para el transporte público.
Sin embargo, la Casa Rosada supo acercarlos y fortalecer el vínculo con ambos a través de promesas de desarrollo de Vaca Muerta y en el proyecto de GNL en Río Negro. Y es que los gobernadores tienen como objetivo potenciar el sector de hidrocarburos, represas y rutas.
De hecho, el presidente Javier Milei dijo días atrás en una entrevista con Alejandro Fantino que prefiere que la planta se instale en el Golfo San Matías y cuestionó al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por no haber adherido al RIGI (Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones) a diferencia de su par rionegrino Weretilneck. “Si Kicillof quisiera hacer las cosas bien, se hubiera adherido al RIGI nacional”, indicó Milei.
Tras las declaraciones del presidente, Kicillof salió a responder y en su cuenta de X dijo: “Espero que YPF y Petronas manejen el tema con seriedad y profesionalismo, sin dejarse influenciar por los comentarios trasnochados que escupe a diario el presidente”. “La bronca que me causa la improvisación y los desequilibrios del presidente no va a debilitar ninguna de mis convicciones”, agregó.
“Seguiré trabajando en favor de los intereses de la provincia que gobierno y en defensa de los derechos de los bonaerenses, sin entrar en una ridícula competencia con una provincia hermana y sin caer en las provocaciones de un presidente que confunde al país con las redes sociales”, afirmó el fin de semana pasado.
Desde la provincia de Buenos Aires, fuentes de Unión por la Patria sostienen que Milei busca recompensar a Weretilneck por el apoyo a la Ley de Bases. El rionegrino explicó tras la sanción de la norma que el acompañamiento se debió a la necesidad de adherir al RIGI para que su provincia tenga nuevo esquema para atraer inversiones.
Lo cierto es que el megaproyecto de YPF y la empresa malaya Petronas, promete un negocio milloario que prevé un desembolso total de 50.000 millones de dólares, convirtiendo a Vaca Muerta en una realidad de exportación y a la Argentina en un actor clave en el mundo de la energía.
Si bien Bahía Blanca parece ser el mejor lugar para albergar la planta de licuefacción, la disputa política de Mieli con Kiciloff sigue dejando mejor parado a la locación de Punta Colorada, en Río Negro.