¿Cuántos nuevos Jorge Luis Borges esperan por delante? ¿Cuántos secretos sigue revelando su vasta obra? Las incógnitas y posibles respuestas se exploraron entre el 3 y el 7 de junio en la cuarta edición del Festival Borges, en la Alianza Francesa (Av. Córdoba 946) con entrada libre y gratuita. Allí, el gran escritor argentino motivó varias aproximaciones renovadoras sobre su obra y su figura: su relación con el judaísmo, con Franz Kafka, con el hipertexto y otras visiones predictivas, con las nuevas generaciones y hasta con Ginebra, Suiza -donde falleció el 14 de junio de 1986, a los 86 años-.
“En esta cuarta edición renovamos el fervor por Borges. Pudimos compartir con el público una fascinación inagotable por sus textos, sus símbolos y su legado tan presente”, dice la escritora Vivian Dragna, quien creó el Festival Borges con la editora y gestora cultural Marisol Alonso, que adelanta: “Queremos que la quinta edición del certamen, en 2025, se expanda a nivel internacional: que más voces de otros países nos den su mirada sobre Borges”.
Festival Borges, día por día
El lunes 3 de junio, Borja Bagunyà, profesor de la Universidad de Barcelona, dio el puntapié del Festival exponiendo en forma virtual, a las 14, sobre “Políticas (y poéticas) de la lectura” en la obra de Borges. Y a las 18.30, el horario central de las charlas, la periodista Gabriela Saidón dio en el Auditorio Fortabat de la Alianza -con capacidad para 174 personas- la charla “Borges, el judío”: una profusa relación en los personajes de su obra, además de por sus posturas en contra del antisemitismo. “Fue una exposición enriquecedora”, evoca Dragna.
El 4 de junio, Alejandro Vaccaro, Leonardo Pitlevnik y Patricio Zunini se reunieron en la mesa “Aproximaciones a Borges”, motivados por sus ensayos recientes sobre la obra del autor de “El Aleph”. Al día siguiente, el académico suizo-estadounidense Edward Bizub, autor de la biografía literaria Borges en dédale, expuso virtualmente, a las 14, en el marco del Festival Borges, acerca de los lazos entre Buenos Aires, Borges y Ginebra (la otra sede del festival). “Son nuevas formas de analizarlo y eso nos suma a todos -prosigue Dragna-. No es que Borges sea distinto. Lo estamos viendo de manera distinta”.
Dragna piensa, también, en la mesa “Cómo se lee hoy a Borges”, que compartieron, el miércoles a las 18.30, las escritoras Olivia Gallo, Sonia Budassi y Yamila Bêgné
. “Su obra nos sigue dando claves de interpretación de la realidad, del arte, de la ciencia, de la filosofía y hasta del derecho. Por todo eso lo seguimos leyendo. Y él ya se convirtió en un ícono pop -analizó Budassi (1978)-. Por eso tenemos lectores y también verdaderos fans de Borges”.
Olivia Gallo (1995) asintió al escuchar a Budassi. “A veces Borges me apabulla por el lugar canónico que ocupa en la literatura argentina -dijo-. Pero cuando lo veo y lo leo hay algo en él que me parece muy accesible, a pesar de sus complejidades. Está lejos de ser el personaje solemne que muchos ven. Hay algo muy punk en su figura. Él mismo se corría de ese lugar adusto en el que lo ponían. Borges tenía una visión de la literatura muy horizontal y lúdica. Eso lo hace atrapante”.
En sintonía, Yamila Bêgné (1983) dijo que es posible “encarar el pensamiento sobre Borges con una mirada nueva, desprejuiciada, a la par de las lecturas míticas y académicas sobre su literatura. La escritura de Borges espera a que cada uno y cada una nos preguntemos qué nos revelan sus textos famosos. Podemos volver a él como individuos y también como generaciones. Cada lectura expande su vigencia y su frescura. Por eso es un clásico”.
El jueves 6 de junio a las 18.30 ocurrió otra de las charlas nodales del Festival Borges. La escritora Alejandra Kamiya analizó el célebre cuento “El sur”, que Borges publicó en Artificios, la segunda parte del libro Ficciones. Aquel relato en el que Juan Dahlmann -quizá un alter ego de Borges- sufre imágenes febriles en un hospital, por culpa de una septicemia, y elige un destino de cuchillero: la muerte romántica entre sus dos linajes, el materno y el paterno.
Con voz magnética y plácida, Kamiya justificó por qué había elegido hablar de “El sur”. “Este cuento sintetiza toda la obra de Borges -señaló-. Todo él está en ‘El sur’. Hay tanto en el relato que es muy difícil abarcarlo”, dijo la narradora, ofreciendo diversos puntos de vista para aproximarse al cuento. Por ejemplo, “cómo Borges esperó para construir su narrador a lo largo del tiempo”.
Luego Kamiya dio referencias biográficas de Borges (como aquel accidente doméstico de 1938 que le provocó la septicemia que él mismo ficcionalizó en “El sur”, editado en 1953) y procedió a leer el cuento ante un auditorio extasiado por la suave dicción de la escritora. Al terminar, ella indagó: “‘El sur’ no resuelve la tensión entre la historia que está por encima y la que subyace. A mí me encanta por eso. Hay un espacio entre ambas, un hueco de información que deja Borges -lo no dicho-, que es contundente y fascinante”.
El viernes 7 de junio fue el corolario y la despedida del Festival Borges en el Auditorio Fortabat de la Alianza Francesa. El académico checo Daniel Nemrava, quien se doctoró en 2009 con la tesis El exilio y la identidad en la narrativa argentina contemporánea, brindó en castellano la charla “Kafka y sus fantasmas: el imaginario que el clásico checo despertó en la literatura y el cine”.
Para ello, Nemrava relacionó los imaginarios y obsesiones de Franz Kafka y de Borges. El disparador fue El libro de seres imaginarios, del argentino, en el cual menciona “a dos seres extraños, el Golem y Odradek. El primero proviene de los mitos judíos y el otro fue una creación de Kafka, que lo representa a él mismo -dijo el checo-. Este año kafkiano conmemoramos cien años de su muerte. Borges supo descifrar al autor de “La metamorfosis” y captó al detalle la ciudad natal de Kafka -Praga- sin haberla visitado nunca. Eso también es sorprendente”.
Nemrava hizo una pausa y concedió: “Yo siempre digo ‘qué suerte que tienen ustedes, que miman tanto a sus clásicos, como en este Festival Borges’. Kafka también es muy leído aquí, pero lo tiene mucho más difícil en República Checa, por su origen judío y por toda nuestra ardua historia. La invasión nazi y el régimen comunista prohibieron a Kafka: no podía publicarse en mi país”.
Hasta 2007 “no existió un volumen revisado de su obra completa. Cuando visito la Argentina me sorprende la presencia de Kafka. Siempre digo que es más argentino que checo”, chanceó Nemrava. Y dijo que varios temas podrían vincular a Kafka con Borges: “Él lo interpretó muy bien en el ensayo ‘Kafka y sus precursores’, del libro Otras inquisiciones, de 1952”.
Tras la disertación, el público le preguntó a Nemrava por los vínculos aún no explorados entre Kafka, Borges y Praga.
El académico checo respondió: “Si hay algo borgiano en la Praga actual, y en la de Kafka, reside en las bibliotecas. Es un mundo de libros antiguos en el que ambos pueden dialogar”.
Sylvia Iparraguirre en el Festival Borges
Presente en todas las jornadas, la celebrada escritora Sylvia Iparraguirre tomó el micrófono desde una de las butacas y ofreció otra similitud entre Kafka y el argentino: “El humor. Suele pensarse que Kafka era alguien oscuro y deprimido, como que Borges era serio y difícil de leer. Son prejuicios que no tienen nada que ver con ambos”.
Al finalizar el Festival Borges, Sylvia Iparraguirre dialogó con Tiempo Argentino: “En las charlas recuperamos aspectos de Borges que están en la memoria y que demuestran su tremenda actualidad -dijo-. Tuvimos a Alejandro Vaccaro, que es el coleccionista de Borges a nivel mundial, así como a tres escritoras jóvenes que lo recobraron en forma muy fresca. Son nuevas maneras de dirigirse a Borges y eso lo amplía permanentemente. Él es inagotable y eso quedó demostrado en el festival”.
Vivian Dragna le dio un abrazo a Iparraguirre. ¿En que estaba pensando? “Ambas organizadoras, Marisol Alonso y yo, sentimos felicidad por este encuentro. En la medida en que Borges obtenga un nuevo lector, o que quien ya lo leía lo reinterprete a partir de los conceptos que circularon en el festival, va a ser nuestra misión cumplida”.