Potencia, melodías flasheras de un pasado remoto tanto como refrescantes, letras que hacen creer que realmente este es un país que vive en loop, y sobre todo un estilo sin remilgos ni dobleces que sin voluntad reviven los tiempos de su origen es lo que se puede encontrar en Fuera de control, el último disco de Flema que tendrá su presentación oficial el próximo 27 de julio en La Trastienda. “Es un regreso discográfico diría, pero no un regreso”, dice Fernando Rossi, bajista y líder de la banda ante la sugerencia. “Pero sí, disco de temas inéditos hace diez años que no sacábamos.”
-¿Y tuvieron intención de recuperar ese sonido o se dio así?
-No lo pensás tan así, son cosas que fluyen. Es natural grabar cada varios años, si bien cuando son más grandes no solamente nosotros, sino todas las bandas estiran los plazos de ediciones discográficas de material inédito. Tiene que ver con la creatividad. En algún momento ya no componés cincuenta canciones al año. Todos los grupos de los más grandes a los más chicos en los primeros años editan un disco cada un año o dos, que es cuando te hacés tu carrera y después lo vas espaciando más. Tené en cuenta también que estuvo la pandemia de por medio y eso también lo retrasó. Este disco está en producción desde el 2018, aproximadamente, ya con varios temas ensayados que están en el disco. Pero los primeros ensayos se cortaron por la pandemia, falleció Gonzalo (Díaz Colodrero) en el 2019, y hay un tema de él. Hubo varias cosas que hizo que se retrase un poco más. Pero para mí una demora de seis, siete años en sacar un disco me parece que está dentro de lo normal.”
Y sin embargo esa distancia, no hay miedo a perder el pulso. Ni la distinción. “Miedo y plata nunca tuvimos”, asegura provocando la risa. “No tenemos presión de nadie, lo peor que puede pasar con un disco que es que sea indiferente, que no guste para nada. Y la verdad es que nunca nos pasó algo así. Tampoco que hayamos sacado un disco y fuera un éxito terrible de un día para el otro. No estamos acostumbrados a hacer ese tipo de evaluación.” Nuevos y viejos seguidores indican una muy buena recepción del disco. “Ahora tenés las redes sociales que la gente te comenta el minuto a minuto. Y también estamos acostumbrados a que cualquier cosa que hagamos por más que se haga bien lo critiquen. Entonces esto nos sorprendió. Incluso hay algunas críticas en el tono está bueno pero no está Ricky (carcajadas).” Pero la risa no va en demérito del comentario, sino que tiene el tono cariñoso de quienes manejan códigos comunes. “Incluso si fuera un súper éxito este disco, que nos lleva a un lugar donde nunca estuvimos, va a ser gracias a Ricardo (Espinosa). Lo veo así y la verdad es que siempre voy a estar agradecido a él. Sin tirar números al pedos, te digo: está muy bien recibido.”
Flema y polémica (más en tiempo de redes sociales) hacen pareja, por lo general buena porque mueve el avispero. Una de las que se abrió últimamente fue luego de una entrevista con Gustavo Olmedo en la que al hablar de los códigos del rock, y cuáles se cumplen y cuáles no, Rossi sostuvo que “si vamos a los códigos una banda que se muere el cantante líder no debería seguir, incluyendo a Flema. Y hay cosas peores como traicionar a tu cantante y echarlo de la banda; algunos incumplieron esos códigos, que es mucho peor: sin entrar en detalles, buscalas vos. Además los integrantes originales hubiera sido imposible porque ni Ricky estaba en la formación original”.
“Igual, no se puede vivir haciendo lo que alguna gente quiera para que no te critiquen”, refuerza el concepto. “El rocanrol no tiene que tener miedo de la crítica, ni siquiera de su propia tropa. Creo que en un momento se perdió un poco el camino, diría que cuando se empezó a mezclar con las bandas rolinga en los ‘90 las banderas, y las bandas que llevaban micros que yo siempre detesté. En mi época la gente tenía que elegir y venirte a ver, no vos covocarla ahí, y matarte para que la gente venga, ponerle un micro; muy militante esa onda. Y muy de fútbol. Y el público al final toma tanto protagonismo que en definitiva te dice: la letra tenés que hacer así, cómo vas a llevar a tal guitarrista. Son temas que resolvía el grupo y la gente te puede acompañar o no. Estuvo mal darle más sentido al público y creo que es algo que pasa en la Argentina nada más. Una vuelta puse una foto haciendo un asado y me pusieron que Ricky no lo hubiera hecho así (risas totales). ¡Si ni yo lo vi hacer un asado a Ricky!”
Rossi no quiere hablar de revival, pero sí nota que “antes de la pandemia el público es como si se hubiera congelado en el tiempo”. “Como si el público se estuviera envejeciendo. Después de la pandemia claramente empecé a ver pibes, pibes que generalmente van adelante en el show, pibes de 14, 15, 16 años. No te digo una cosa masiva pero antes no lo veías y ahora sí. Y no son que van con el papá o que alguien lo lleva sino que son genuinos, lo cual es bueno. Y también lo veo en otras bandas, no solamente nosotros. Creo que hay un nuevo pequeño auge en ese sentido”.
No lo dice, pero la potencia y frescura de Fuera de control sin dudas colabora con ese pequeño auge. Como si el tiempo no hubiera sucedido, letras, bases y melodías ofrecen una energía que, más que el tiempo, el cambio de época parecía haber dejado atrás, pero que pibes y banda vuelven a buscar como un manantial. La fuente de un espíritu que Rossi no duda en sintetizar en la figura de Ricky. “Mi hermano Santiago había caído preso en la época en la que todavía estaba la averiguación de antecedentes. Y no había internet, no había un carajo y él no sé cómo se enteraba. Pero vino, tocó la puerta y preguntó si necesitábamos algo, y yo tenía 11, 12 años y no lo había visto nunca, pelo largo, así, un monstruo. Ese día aprendí dos cosas: lo que era un amigo; y lo que me enseñaba mi familia: por el hecho de no tener plata no tenés que agarrar todo lo que te ofrecen. Siempre cuento esa anécdota porque resume valores buenos para mí. Y cuándo lo conocí de verdad me di cuenta de que no lo decía de bocón, no era de los que de boquilla decían: ‘Llamame, llamame, y después llamás y no te atienden.’”
Flema presenta Fuera de control
Sábado 27 de julio a las 23:30 en La Trastienda, Balcarce 460, CABA.