Hoy se cumplen 9 años desde el primer estallido “Ni Una Menos”, un grito federal y masivo por la vida y la dignidad de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries de nuestro país. Desde entonces, 2015, convocamos a la ciudadanía a un diálogo permanente sobre deudas históricas y necesidades urgentes que culminó en 2020 con la conquista de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Un proceso de democratización que dejó al menos una certeza: las transformaciones feministas nos mejoran la vida a todas y todes.
Durante este período, los feminismos fueron protagonistas de la organización popular y una novedad para los medios y la política argentina. A la vez, quienes somos activistas profundizamos los cuestionamientos al sistema económico y debatimos sobre la raíz de las desigualdades. También, ¿y por qué no?, sobre las herramientas a disposición para modificar las condiciones estructurales que provocan las violencias hacia las mujeres.
Fecha clave del almanaque feminista
Es por eso que, el 3 de junio de 2024 es una fecha para discutir el poder. Nuestro poder individual y colectivo ante la sociedad para decir, decidir, proyectar y contestar. También para discutir qué significa la tan mentada libertad. Más cuando una de nosotras sigue siendo asesinada cada 32 horas o cuando el odio nos mata por ser lesbianas pobres prendiéndonos fuego mientras dormimos. Porque, ¿qué significa la libertad de mercado cuando amenazan con violarnos por nuestro silencio en calles y redes sociales? ¿O cuando somos despojadas de nuestros salarios precarizados y criminalizadas si protestamos?
Nuestra historia muestra que la sociedad necesita de los feminismos y las feministas para construir alternativas políticas que permitan seguir habitando este mundo. Porque es la propuesta a la redistribución de las riquezas, la ampliación de voces y representaciones equitativas en espacios de decisión para reparar injusticias y desigualdades históricas.
Porque el supuesto que indica que del voto de las mayorías se delega poder a un programa de gobierno para la destrucción masiva hoy es posible. Es un programa que viola el andamiaje constitucional y normativo y también es injusto porque secuestra alimentos y engrosa la desocupación y pobreza, la contaminación y explotación de nuestros recursos y bienes comunes así como implementa la persecución y represión.
Por eso, nos convocamos para sostener la alegre rebeldía, fortalecer la organización colectiva y cultivar la desobediencia ante un modelo de gobierno domado por las oligarquías mundiales, las élites empresariales extractivistas, los inversores tecnológicos saqueadores de datos personales y los voceros nostálgicos del odio fascista.
Desde Incidencia Feminista Argentina planteamos este 3J a seguir profundizando nuestras revoluciones feministas; esas que nos liberan e iluminan el sendero de la historia. Nos encontramos en las calles de todo el país para demostrar una vez más que el feminismo es la construcción de mundos más justos. Es además un imperativo.