El ingreso total familiar promedio en la Ciudad de Buenos Aires fue de $843.445 en el primer trimestre del año. Es decir, un 196,8% más que un año antes. Pero implica una baja de 67 puntos porcentuales ante la inflación, que fue del 263,8% según el Índice de Precios al Consumidor (IPCBA).

El dato se desprende del informe de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (DGESYC) y muestra la pérdida de poder adquisitivo y el golpe al bolsillo de los primeros meses del gobierno de Javier Milei a nivel nacional y de Jorge Macri a nivel local.

El estudio reflejó –como consignó la agencia NA- que “en relación al mismo período de 2023, la capacidad de compra del ingreso total familiar respecto a la canasta básica disminuyó”. Y plasmó además la desigualdad entre el Norte y el Sur de la Ciudad: “los ingresos de la población en la zona Norte son 84,8% superiores a los de la zona Sur”.

Desigualdad

El informe mostró que las familias del Sur fueron las que peor la pasaron. En los hogares del Sur de la Ciudad hubo un alza interanual del 196,9% en los ingresos ($696.784 promedio), mientras que en los del Norte el incremento fue del 219,7% ($1.016.440). En el Centro, el ingreso total familiar subió 187,0% ($822.981).

El ingreso total familiar promedio en la Ciudad es 3,3% superior al valor de la canasta total -de $816.726- para un hogar compuesto por dos personas adultas de 35 años, económicamente activas y propietarias de la vivienda, con dos niños/as de 6 y 9 años. El relevamiento no contempla la situación de la gran mayoría de las familias porteñas que pagan alquiler.

Según el reporte, el ingreso per cápita familiar promedia los $436.149. Mientras que en el Norte el promedio se ubica en $600.077, en el Sur es de $294.446.

“Los hogares del Norte, además de contar con mejores ingresos individuales, tienen menos integrantes en promedio, por lo que presentan un ingreso per cápita familiar más alto, que equivale a más de dos veces el del Sur”, indicó el informe.

Perdieron los jubilados

El estudio también muestra que los ingresos laborales crecieron por encima de los no laborales (206,4% y 183,2% respectivamente). En este grupo, “las jubilaciones y pensiones son las que mayor pérdida de poder adquisitivo tienen en el último año, con una variación de 154,8%”.

Los ingresos de la población asalariada alcanzan en promedio $523.070, marcando un crecimiento interanual de 212,4%. En tanto, los trabajadores por cuenta propia perciben $365.927, con una dinámica interanual (155,3%) que queda muy por debajo de la correspondiente a los precios (263,8%).

En materia de distribución de los ingresos se ve una caída en las mediciones tanto sobre las personas como sobre los hogares. El coeficiente de Gini del ingreso total familiar –que mide esa distribución- se ubica en 0,431 (el año pasado era de 0,388). Para la población, el ingreso per cápita familiar se incrementa a 0,443 (desde 0,421 un año antes). El aumento del coeficiente de Gini da cuenta de un aumento de la desigualdad.