Las pericias evidenciaron que los dos disparos que mataron a Bastián Escalante, de diez años, salieron del arma del policía Juan Alberto García Tonzo, quien estaba de civil y tiró ante un intento de robo. En las últimas horas, el oficial fue excarcelado. El abogado de la familia del nene, Matías Morla, apeló la medida y pidió cambiar la calificación penal del acusado: de “Homicidio cometido con arma de fuego en contexto de exceso en legítima defensa” a “Homicidio agravado”.
“Están las pruebas que no fue en legítima defensa. El policía nunca se quedó tampoco para asistir”, dijo la mamá de Bastián, Johana Montoya, en diálogo con Radio Continental. “Al fiscal le queda muy grande el puesto para investigar. Yo a mi hijo lo tengo en un cementerio”, lamentó.
El hecho ocurrió el 10 de julio pasado, cuando Bastián y su mamá quedaron en medio de los disparos del policía hacia jóvenes que habían intentado robarle, en Wilde, provincia de Buenos Aires. Los dos balazos que recibió el nene lo hirieron gravemente. Finalmente, falleció.
Ocho balazos policiales
La libertad del policía se otorgó bajo caución juratoria y con la obligación especial de que concurra una vez por semana al Juzgado de Garantías N°2 con Sede en Avellaneda, del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, hasta que finalice la causa, según consignó Infobae.
El abogado Morla calificó la decisión del fiscal como un “grandísimo error”. En su presentación, cuestionó que el funcionario judicial “se olvidó de tener en cuenta los dichos de la madre del nene muerto, la pericia balística, los videos de los disparos del policía a las espaldas de los ladrones, la autopsia que demuestran que solo el policía disparó y los ladrones no provocaron ninguna situación de riesgo”.
Poco antes de la excarcelación, los peritajes científicos y balísticos realizados por la Policía Federal habían confirmado que las ocho vainas servidas encontradas en la escena pertenecen a una misma arma, la de Tonzo.
“Cuando se impulsa que la policía dispare primero y pregunte después, esto es lo que termina pasando. Y es irreparable”, planteó el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) al difundir la noticia.
En Wilde, un policía fuera de servicio se defendió de un robo. Disparó ocho veces y mató a un niño de 10 años que pasaba por ahí.
— CELS (@CELS_Argentina) July 22, 2024
Cuando se impulsa que la policía dispare primero y pregunte después, esto es lo que termina pasando. Y es irreparable.https://t.co/g0jcDSa8m3