A pesar de que ya parece no existir más, la pandemia provocada por el Covid continúa. El hecho de que se la subestime se relaciona a la baja cantidad de casos (y testeos), y eso está estrechamente relacionado a la eficacia de las vacunas contra el Covid-19. Pero esto que se puede pensar o presumir, debe ser ratificado en la práctica, con estudios precisos. Así lo planificaron profesionales del Hospital Posadas, que llevaron adelante un seguimiento de pacientes internados por Coronavirus. Del total de fallecidos, quienes tenían cobertura incompleta duplicaron a aquellos con el esquema completo de vacunación.
El objetivo del trabajo, publicado en la Revista Medicina (Buenos Aires) e indexado en PubMed, fue comparar la mortalidad de pacientes internados con diagnóstico de Covid según su vacunación. Para eso llevaron a cabo un estudio comparativo observacional longitudinal: analizaron personas internadas con el virus del 17 de diciembre del año pasado al 23 de febrero de este año en el Hospital Nacional Posadas y en el Hospital Interzonal General de Agudos Eva Perón.
De 245 pacientes mayores de 18 años, murió el 25,3%, “16.8% en aquellos con vacunación completa (2 dosis o más y menos de 150 días desde la última dosis) y 31.9% con vacunación incompleta (no vacunados, 1 o 2 dosis y más de 150 días desde la última)”, explican en la publicación.
En aquellos con neumonía, la mortalidad fue del 32.2%: 22.2% con vacunación completa y 38% con vacunación incompleta. El equipo de investigadores e investigadores asoció la mortalidad a una mayor edad (70 vs. 59 años), sexo femenino (54.8% vs. 37.7%) y enfermedad oncológica (27.4 vs. 14.8%). “Este trabajo constituye un punto de partida de nuevas investigaciones, contribuyendo a la concientización acerca de los efectos beneficiosos de la vacunación en profesionales y pacientes”, remarcaron.
El trabajo fue presentado por el residente de Clínica Médica del Hospital Posadas, Cristian Marino, como un proyecto formativo de su residencia. Su tutora, Gabriela Carro, enfatizó que la medición de la efectividad de las vacunas frente a las muertes causadas por la enfermedad COVID-19 tendría una gran importancia en materia de salud pública y destacó la singularidad de la investigación local: «Los estudios que hay hechos en su mayoría no son ni de pacientes internados ni tampoco son en forma perspectiva; en general son retrospectivos, es decir, los hicieron mirando archivos de historias clínicas o según modelos matemáticos y en la población en general, no de pacientes internados. No sabíamos qué números nos iba a dar».
Si bien el estudio detalla qué tipo de vacunas recibieron los pacientes (Sinopharm, Moderna, Sputnik, AstraZeneca o Pfizer), la especialista explicó que «es muy difícil» determinar cuáles fueron las más eficaces «porque hay muchas vacunas mezcladas, no todos recibieron la misma combinación y las combinaciones son demasiadas como para tener el dato de cuáles vacunas fueron mejores que otras».
Seguir estudiando las vacunas contra el Covid
El estudio sostiene que, a la luz de la historia, las dos medidas más efectivas para prevenir enfermedad, discapacidad y muerte a causa de enfermedades infecciosas, han sido la inmunización y el saneamiento ambiental: “La mayoría de las aprobaciones tempranas de las vacunas se basan en resultados provisionales de ensayos de eficacia, que llevan a la autorización para su uso en emergencias o una aprobación condicional. Si bien la decisión de introducir las vacunas contra la enfermedad COVID-19 de efectividad comprobada podría no plantear dudas para la mayoría de los países debido a la onerosa carga de enfermedad para la salud pública y la economía en todo el mundo, aún es esencial conocer la efectividad de estas vacunas en entornos reales después de su introducción. Las vacunas contra COVID-19 reducen el riesgo de contraer la enfermedad, de presentar cuadros graves y de hospitalizaciones y muerte”.
El dato de la eficacia de las vacunas en las personas que llegan a internarse resulta clave en un contexto como el argentino, en el que de 40,9 millones de habitantes que se dieron la primera dosis contra el Coronavirus, quedan aún 16 millones que no se dieron ni siquiera la tercera dosis de refuerzo. Mientras tanto, en un escenario donde ya se dejó de testear a personas sin factores de riesgo, los casos de Covid disminuyeron un 26%, pero las muertes en la última semana aumentaron más del 77%: pasaron de 71 a 126.