La flamante película de Mariano Benito, con el protagónico de Agustín Sullivan, cuenta una turbia historia de trata que involucra a la policía como principal responsable, claro que con la vista más que gorda de los funcionarios judiciales. “Es la historia de un policía joven que está empezando su carrera y un día descubre sin querer una red de trata de personas”, cuenta Sullivan sobre su personaje, el principal Francisco Revenga, que se gana la vida en la fuerza mientras estudia abogacía y junta plata para poder acordar un régimen de visitas más equitativo con la madre de su hija de siete años.

“Todo lo que le pasa emocionalmente al personaje -que incluye un fugaz romance con Alicia (Ariadna Asturzzi)- me pareció muy interesante para actuar, para encarnar”. Pero más, reconoce, lo enganchó el tema de la película, “lo que denuncia, que lamentablemente es una realidad, no solamente en la Argentina sino en el mundo”.

Con formato de thriller, Estepa casi comienza en el día del cumpleaños del joven policía Francisco Revenga, que es enviado a cubrir una guardia en el medio de la estepa patagónica. En el trayecto se detiene en busca de provisiones en el Mustang, una mezcla de almacén y prostíbulo, y alguien le usa el teléfono para grabar imágenes que darán un vuelco a su historia. Con buen ritmo y buenas actuaciones, entre las que se destacan las de Sullivan y Jorge Prado (el Comisario Navarro). “Además es una historia federal -remarca Sullivan-, donde se muestra otra cara de Bariloche (allí fue filmado íntegramente el film), que es la estepa.”

Quien le diera vida a Sandro en la serie de 2018, también fue protagonista de la bella La muerte no existe y el amor tampoco (2019), de Fernando Salem, basado en el libro Agosto de Romina Paula. “Por esa película gané el Cóndor como revelación en cine”, recuerda. También fue Carlos Menem Jr en la reciente Cóppola, el representante, y lo volverá a ser en Menem, la serie de Prime Video que estrena en 2025, sobre la que aún tiene prohibido hablar por contrato. “Ni siquiera eso te puedo decir”, responde en broma al comentario de la muerte del hijo del entonces presidente como para ejemplificar la rigurosidad de lo que ha firmado. Pero reconoce que “muere” por poder empezar a hablar de su personaje “porque está espectacular ese proyecto: no sabés las ansias que tenemos todos por empezar a contar”.

“Voy eligiendo los proyectos y los personajes que me vibran, que me gusta la historia. Cuando leés el guión por primera vez hay algo como irracional, que siento en el pecho, que te vibra y decís: ‘quiero ser parte de este proyecto’”. Así dice que fue el caso de Estepa, aunque no todos son así. “Hay otros proyectos que son espectaculares, todo es bárbaro pero eso no te pasa. Ahí uno como actor entra en crisis: lo que me están ofreciendo está buenísimo, es con tal productor, o en tal teatro, tal elenco y hay algo que no me termina de vibrar que no sé qué es, así que me guío mucho por mi sexto sentido. Cuando leo un proyecto, si me gusta el personaje y me vino a la historia, acepto.”

-¿En Estepa qué te vibró?

-El personaje y de qué trata la historia: para mí esas dos cosas fueron fundamentales. Porque si uno se detiene en Francisco, ve que es un poco como el camino del héroe, una tragedia griega: es bueno, cree que puede cambiar el mundo y va a fondo con esos valores.

“A mí me encanta ir a filmar, ir, hacerlo, me apasiona y lo disfruto cada día más. Y después uno pierde noción de que ese proyecto se ve en otros países, en otros lados. Y cuando alguien te para, como me pasó hace poco en España por Atrapa un ladrón, me parece ¡guau!, me pone muy contento”. Acaso en esa especie de inocencia reside la frescura con la que Sullivan encara cada uno de sus personajes.

Pero su momento actoral guarda poca correspondencia con el actual del cine argentino, ese que tanto le gusta hacer. “El arte es muy necesario porque nos hace pensar, nos hace desarrollar nuestra emoción y nuestro cerebro, y también nuestras ideas personales. No se lo puede tapar. Y cuando una persona desarrolla sus ideas personales es una persona que no puede ser manipulada. Por eso es muy importante el arte. Hay gente que vibra estudiando un libro de física, pero hay otra gente que lo que le hace razonar y pensar es ver una obra de teatro, un cuadro, leer una poesía, ver una película. Como (Bertolt) Brecht, que en los años ’30 con sus horas de teatro despertaba conciencia. Y además el arte está en muchas partes: la arquitectura es arte, la ropa es arte, el diseño de un tenedor es arte, no se lo puede tapar. Entonces es importantísimo. El cine, la poesía, la música, los cuadros hacen que una persona desarrolle su capacidad de pensamiento propio, sus ideas. Y una persona que tiene ideas propias no se la puede manipular”. «


Estepa

Dirección y guión: Mariano Benito. Elenco: Agustín Sullivan, Jorge Prado, Ariadna Asturzzi y Emanuel Gallardo. En cines.