“Pronto con otros compañeros vamos a cumplir dos años. Esperamos ansiosas que llegue el día que salgamos por la puerta grande porque sabemos que no hicimos nada. Lo único que hicimos fue construir. Estamos presas por construir, por pelear por la dignidad de todos. Ojalá pronto esto se acabe”. El mensaje es de Mirta “Shakira” Guerrero, una de las presas políticas de la Tupac Amaru que permanece detenida en la Unidad Penal N°3 de Mujeres de Alto Comedero, en Jujuy. Sus palabras son parte de una serie de mensajes de siete presos políticos jujeños que el Comité por la Libertad de Milagro Sala comenzó a difundir como forma de visibilizar la persecución política que viven en esa provincia gobernada Gerardo Morales.

En Jujuy, al igual que Milagro Sala hay otros militantes populares detenidos. Shakira, Graciela López, Mirta Aizama y Gladis Días, están detenidas en la Unidad Penal N°3 de Mujeres de Alto Comedero. En el Penal N°7 de ese complejo, está Javier Nievas y en el Penal N°1 de Gorriti está Alberto Cardozo.

“La intención es que sepamos sus nombres, que escuchemos sus voces, conozcamos sus caras”, explica Estela Díaz, coordinadora del Comité por la Libertad de Milagro Sala. El video, reproduce la voz y la imagen de las y los presos y es parte de las acciones de ese espacio de solidaridad “para visibilizar la persecución que viven y amplificar sus voces”.

La mayoría están por cumplir dos años detenidos. Entre ellos, Shakira que sufre doble hostigamiento por los graves problemas de salud que atraviesa y la negativa del estado jujeño para que haga la recuperación domiciliaria de tres operaciones. Algo similar ocurre con Cardozo, que está en el peor pabellón de la cárcel por una causa inventada en la que, incluso, se lo reconoce como víctima.

“Soy Guerrero Mirta, soy presa política, llevo 23 meses detenida en la unidad penitenciaria N°3 de Alto Comedero. Somos cuatro compañeras que nos encontramos acá: Graciela López, Mirta Aizama, Gladis Días y yo. Recibimos hostigamientos de oficiales y celadoras”, dice Shakira en su mensaje.

Como ella, los otros cinco presos políticos grabaron sus voces. “Ni aún la frialdad de esta reja nos va a separar”, dice a su vez la cooperativista Graciela López, que a fines de 2009 se unió a la Red de Organizaciones Sociales para avanzar en la construcción de viviendas que estaban paralizadas y fue detenida en septiembre de 2016 poco después de un violento allanamiento en su casa en el que la golpearon.

Los mensajes buscan dar visibilidad a las presas y presos políticos. Entre ellos está el de Gladis Díaz, una militante política y social desde comienzos del 2000 que con la Tupac Amaru construyó viviendas, y que fue detenida l 14 de julio de 2016. También el de Mirta Aizama que de adolescente trabajaba como modista en un taller y que de grande se sumó a la organización barrial Tupac Amaru donde coordinó una copa de leche y construyó viviendas. Mirta estuvo a cargo de la fábrica textil, con 120 empleados. Hoy la fábrica fue clausurada y la modista es una presa política.

También está el mensaje de Nievas, dirigido a los militantes: “Les pido no bajar los brazos en esta lucha contra aquellos que trajeron el hambre y la pobreza que hoy reina en nuestro país y que son los mismos que tienen a Milagro privada de la libertad”, dice. El preso político era dirigente de Marina Vilte, una de las organizaciones satélites de la Tupac que integraban la Red de Organizaciones Sociales que participaron del acampe frente a la gobernación a los pocos días que asumió Morales. Cuando fue detenido en noviembre de 2016 ya no estaba en Jujuy.

A sus captores también les dirigió un mensaje: “A los que nos mantienen presos les digo que podrán quitarnos la libertad pero jamás nuestra convicción, nuestros sueños de una Argentina libre, equitativa y para todos y para todas”.

El otro preso político varón es Alberto Cardozo. Beto se define como un militante peronista de toda la vida. Trabajó como empleado del Consejo Deliberante, fue congresal del Partido Justicialista, secretario privado de un diputado provincial, funcionario municipal, secretario del bloque Unidos y Organizados en la Legislatura provincial y dos veces candidato a diputado provincial. En 2007 creo la organización barrial Tekuré, que después integraría a la Red de Organizaciones Sociales que lideraba la Tupac Amaru. Ese año, en medio de una interna político-futbolística, lo atacaron a balazos y una nena resultó herida. Él no estaba armado,  pero en 2016 el juez Pablo Pullén Llermanos acusó a Milagro de mandar a matarlo y a él de defenderse a tiros. Su esposa dice que está preso por no acusar a la dirigente social.

El 16 de enero de 2016, Morales lanzó su plan sistemático de persecución política a los opositores de los movimientos sociales con el encarcelamiento de la diputada del Parlasur y líder de la Tupac Amaru. Luego siguió con otros militantes.

Antes de que se cumpla un año, el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU declaró arbitraria su detención. Luego la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó liberarla o morigerar las condiciones de su encarcelamiento con una prisión domiciliaria. Desde entonces está encerrada en una prisión sui generis levantada en una casa de la localidad de El Carmen, en la que pasa los días custodiada por gendarmes, rodeada por alambres de púas y cámaras de seguridad.