El presidente Mauricio Macri dijo que la suspensión del paro previsto por la CGT, tras las negociaciones con el gobierno nacional, es parte de la cultura del encuentro y significa que estamos entendiendo lo que es dialogar, luego de haberse reunido con el papa Francisco. Es un avance. Es parte de la cultura del encuentro. Estamos entendiendo lo que es dialogar, entendernos, compartir el diagnóstico, cuidar los empleos, generar nuevos porque con los que tenemos no alcanza. Queremos mejorar el nivel del salario, dijo Macri en la conferencia de prensa que ofreció en la embajada argentina ante la Santa Sede tras el encuentro con el papa Francisco.
Esta semana, el gobierno y la CGT acordaron un bono de fin de año de 1000 pesos para los beneficiarios de la asignación universal por hijo y para los jubilados que reciben la mínima, así como la eximición del impuesto a las ganancias sobre el aguinaldo de diciembre. Estas medidas, anunciadas por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, desactivaron la inminencia de una medida de fuerza convocada por la central obrera, pero dispararon fuertes tensiones hacia el interior del movimiento obrero frente a quienes reclaman la necesidad de convocar ya a un paro contra el gobierno de Mauricio Macri.
Una vez desactivado el paro y antes de viajar a Roma, Macri convocó formalmente -a través de un decreto- a la Mesa del Trabajo y la Producción, que tendrá su primera reunión el miércoles próximo, donde se comenzará a discutir la posibilidad de un bono para los sectores privados y trabajadores estatales. Algunos analistas políticos vieron la mano de la Iglesia argentina y detrás la del papa Francisco en la postergación de la medida de fuerza decidida por el triunvirato que comanda la CGT. Es que días atrás la cúpula de la central obrera concurrió a la sede del Episcopado, donde su titular, monseñor José María Arancedo, les pidió agotar todas las instancias de diálogo posibles antes de decidir ir a un paro general.