El Gobierno español estimó este lunes que la victoria en Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva es una «apuesta» para luchar por la biodiversidad y contra el cambio climático y abre «una nueva etapa política guiada por la justicia social» en el gigante sudamericano. Por su parte, a partir del resultado de la elección Noruega reanudará su ayuda financiera contra la deforestación de la Amazonía, congelada bajo la presidencia de Jair Bolsonaro, según anunció el ministro noruego de Medio Ambiente, Espen Barth Eide.
España celebró el triunfo de Lula
«El triunfo de Lula es una apuesta por la lucha contra el cambio climático, por la biodiversidad y también por un estatuto especial para la Amazonia, que es vital para ambas cosas», afirmó a la radio pública RNE el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, citado por la agencia de noticias AFP. Horas antes, el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, había felicitado a Lula por su victoria en las elecciones en Brasil y abogado por trabajar juntos por «la justicia social, la igualdad y contra el cambio climático». «Tus éxitos serán los del pueblo brasileño», escribió en Twitter Sánchez en referencia a Lula.
El ministro Albares agregó que el triunfo de Lula frente al ultraderechista Jair Bolsonaro, aunado a la victoria a fines de 2020 en Estados Unidos de Joe Biden sobre Donald Trump, «es la apuesta por el multilateralismo, (…) por no tomar acciones unilaterales, (…) por trabajar juntos por problemas globales, el primero de ellos la lucha contra el cambio climático».
Cambio de postura del gobierno noruego
«En cuanto a Lula, hemos visto que durante la campaña electoral puso el acento en la preservación de la selva amazónica y en la protección de las poblaciones indígenas de la Amazonía», explicó Barth Eide. «Por eso estamos deseando tomar contacto con sus equipos lo antes posible, para preparar la reanudación de la colaboración históricamente positiva entre Brasil y Noruega», añadió el funcionario, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias AFP.
El país escandinavo, principal proveedor de fondos para la protección de la selva amazónica, suspendió su ayuda a Brasil en 2019, el año en que Bolsonaro llegó a la presidencia. Bajo la presidencia del líder ultraderechista la deforestación de la Amazonía brasileña se aceleró un 70%, una cifra escandalosa según Barth Eide, quien dijo que su país entró en una confrontación con Bolsonaro por esta cuestión. Según el ministro, 5.000 millones de coronas noruegas (unos 482 millones de dólares) están esperando a ser utilizadas en el fondo de preservación de la selva amazónica.