El líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, reconoció que el veto del PSOE a Mariano Rajoy lleverá a España e unas inéditas terceras elecciones generales en el término de menos de un año, o lo que suena aún peor, a que en ese lapso el país no tenga gobierno formado.
Sánchez habló antes de la nueva sesión en el congreso en la que adelantó que sus diputados votarían contra el presidente del gobierno en funciones porque, dijo, representa una «suma letal de corrupción, mala gestión y recortes».
Por su parte, Pablo Iglesias, máximo dirigente de la candidatura de izquierda Unidos Podemos, instó al socialista a forjar un gobierno alternativo: «Debemos intentarlo con los que van a votar en contra, decídase señor Sánchez», dijo tras confirmar el voto negativo de su partido a Rajoy.
El secretario general de los socialistas españoles fue el encargado de abrir el debate en la segunda jornada de la sesión de investidura de Rajoy, quien no cuenta con los apoyos suficientes para superar la votación.
«Sus mentiras de hoy y de ayer y su no asunción de responsabilidades políticas avalan nuestra absoluta desconfianza hacia usted y por eso votaremos en contra. Una investidura no puede sobreseer la corrupción», dijo, punzante. Sánchez expuso los motivos del «no» del PSOE con un duro discurso plagado de referencias a la corrupción del PP y que sirvió para saldar cuentas con Rajoy luego de que los conservadores frustraron su elección en marzo, lo que derivó en la repetición de comicios el 26 de junio.
«La suma letal de corrupción, mala gestión y recortes no desaparece con la investidura. Los causantes de los problemas no pueden ser los que los resuelvan con las mismas políticas», subrayó el dirigente socialista.
Además, Sánchez subrayó que el líder del PP volver· a engañar a los españoles ya que «la mentira de mañana es una promesa de nuevas bajadas de impuestos», en referencia a uno de los compromisos del pacto del PP y Ciudadanos que le permitió llegar a la sesión de investidura con 170 votos a favor, aunque insuficientes para resultar electo.
Rajoy remarcó que lo que quiere Sánchez «es bloquear» su reelección y que intenta justificarlo diciendo que el PP es «la quintaesencia de todos los males», pero que su partido, paradójicamente, tiene más escaños que el PSOE. El veto de los socialistas impide que Rajoy revalide su cargo en la primera votación de investidura, ya que se quedará a seis votos de la mayoría absoluta de 176 diputados que necesita en un Parlamento de 350 bancas. T