El Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez ganó las elecciones generales de España con 29% de los votos, pero necesitará tejer alianzas para gobernar, mientras la irrupción de los ultraderechistas de Vox no alcanza para que la coalición de derecha le dispute el poder ante el desplome del conservador Partido Popular (PP), escrutado 80% de los votos.
El presidente saliente es el claro vencedor de los comicios en los que el PSOE, con 123 diputados, casi dobla en número los escaños del PP, que con 16,7% de los votos obtenía 65 bancas, un retroceso histórico respecto a los 137 diputados que tenía el partido liderado por Pablo Casado.
Los liberales de Ciudadanos se situaban en el tercer lugar con 15% de los votos y 57 escaños, seguidos por Unidas Podemos, con 14 % de los votos y 42 diputados.
En quito lugar irrumpía Vox, que con 10% de los votos y 24 diputados se convierte en el primer partido de ultraderecha en acceder en el Congreso de los Diputados español en casi 40 años.
Con estos resultados, el PSOE deberá llegar a acuerdos con los izquierdistas de Podemos y otros partidos minoritarios para gobernar. Aún está en el aire si tendrán que pactar con los independentistas catalanes, que obtienen 15 escaños.
Por su parte, el frente de derecha formado por el PP, Ciudadanos y Vox sumó 148 diputados, con lo que se quedó lejos de alcanzar la mayoría absoluta situada en las 176 bancas. Los progresistas, PSOE y Unidos Podemos, los superan con 165 escaños.
Los españoles votaron con una participación casi récord en las elecciones más disputadas y polarizadas del país, convulsionado en los últimos años por el conflicto secesionista de Cataluña.
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