“Tenemos el mejor equipo de los últimos 50 años». (Nunca aclararon el mejor equipo para qué).
«Hagamos la Revolución de la Alegría». (Nunca avisaron que incluía crisis económica).
«Es maravilloso lo que estamos logrando juntos». (Inflación, devaluación, endeudamiento, recesión).
«Derrotar la inflación va a ser muy fácil. Si la inflación no baja va a ser responsabilidad de mi gobierno». (En 2016 dijeron que sería del 25%. Fue del 40%. En 2017 dijeron que sería del 17%. Fue del 25%. En 2018 dijeron que sería del 10%. No, mejor del 15%. Va a ser mayor al 30%).
«No vas a perder nada de lo que ya tenés». (Que les digan a los 357 trabajadores de prensa despedidos de Télam o a los 548 del Ministerio de Agroindustria que echaron el viernes, por citar sólo un par de ejemplos).
«El fútbol va a seguir siendo gratis para todos». (No lo fue. Hoy hay que pagar para ver los partidos).
«No habrá ningún ajuste». (Antes de la crisis de esta semana, el gobierno quería un recorte de 300 mil millones de pesos. Ahora va a ser mayor).
«Los trabajadores no van a pagar impuesto a las ganancias». (No sólo siguieron pagando, sino que aumentaron. Entre 2015 y 2017, el número de trabajadores que tuvieron que pagar este impuesto creció de 1,2 a 2,2 millones).
«No vamos a devaluar». (En dos años y ocho meses el dólar pasó de 15 pesos –valor más alto que tenía en el mercado paralelo en 2015– a los 39 pesos con los que cerró el viernes. El jueves llegó a alcanzar los 41 pesos).
«Acepto ser evaluado como presidente si no pudimos resolver la pobreza». (Muy difícil que apruebe. La única duda es cuánto va a crecer la pobreza. El peor escenario para el gobierno es que en 2019, pleno año electoral, supere el 33% que recibió del kirchnerismo).
«Haciendo lo que hay que hacer». (Por ejemplo, aumentar más de 1000% las tarifas de gas y electricidad).
«Lo peor ya pasó». (Mauricio Macri, 20 de julio de 2016. El dólar estaba a 15,80).
«Lo peor ya pasó». (Mauricio Macri, 18 de marzo de 2017. El dólar estaba a 15,84).
«Lo peor ya pasó». (Mauricio Macri, 22 de octubre de 2017. El dólar estaba a 17,75).
«Lo peor ya pasó». (Mauricio Macri, 1 de marzo de 2018. El dólar estaba a 20,41).
«La turbulencia cambiaria está superada». (Mauricio Macri, 16 de mayo de 2018. Ese mes el dólar había aumentado de 20,80 a 25,50 pesos y el presidente anunciaba con gran seguridad y confianza el fin de la crisis).
«No vamos a pedirle prestado al FMI». (Le pidieron 50 mil millones de dólares).
«El préstamo del FMI es sólo preventivo». (Mañana el ministro de Hacienda viaja a Washington para que le adelanten la plata, la necesitan antes de tiempo).
«El dólar va a quedar en 23». (Elisa Carrió, 10 de mayo de 2018. Esta semana denunció conspiraciones y citó pasajes bíblicos. En cualquier momento escribirá: «que Dios nos ayude»).
«Fui demasiado optimista». (Profunda autocrítica de Mauricio Macri, 16 de mayo de 2018).
«No pasa nada. Tranquilos». (Mauricio Macri, 14 de agosto de 2018. El dólar subía y subía y ya alcanzaba los 30 pesos).
El Segundo Semestre nunca llegó.
Ni la Lluvia de Inversiones.
Los Brotes Verdes se secaron.
Tampoco derrotaron al narcotráfico. Siempre fue una utopía.
De pobreza cero, ni hablar.
Y de unir a los argentinos, menos. El sketch del flan demostró que ya no les interesaba. Desde el presidente para abajo, los funcionarios reforzaron la polarización al burlarse de críticos y opositores.
Ahora faltan eslóganes.
O capaz siempre sobraron.
Seguimos.«