Quienes lo observan desde afuera parece un edificio impenetrable, rígido, imposible de violentar. Pero el hermetismo que aparenta a los ojos de quienes transitan a diario la zona resulta apenas una ilusión. Desde el 2019, en la esquina de Murguiondo y Av Directorio se encuentra el Polo Educativo de Mataderos. Un compendio de tres escuelas públicas que fueron trasladadas a pocos metros del Polideportivo de Chicago y del Parque de Los Mataderos.
En la última semana la Escuela Primaria del polo fue vandalizada durante tres noches consecutivas, pese al reclamo de las autoridades de la institución y las familias de la comunidad educativa que solicitaron una consigna policial, de la comisaría que se encuentra a menos de dos cuadras de la escuela. Preocupación por la ausencia del Estado y la zona liberada.
Los incidentes ocurrieron las noches del domingo 16, el martes 18 y el miércoles 19 de junio. Varias personas que aún no fueron identificadas apedrearon el frente de la escuela primaria Nº 23 DE 20.
“Esta vez no robaron nada solo tiraron piedras y rompieron varios vidrios de la escuela. Tanto la conducción del establecimiento como las familias hemos radicado la denuncia en la comisaría que se encuentra a dos cuadras de la escuela. Desde hace un tiempo solicitamos reformas edilicias, rejas más altas, cámaras, luz, entre otras cosas”, contó a Tiempo Sofía Pérez, mamá de la comunidad educativa.
Las familias destacan que la conducción de la escuela (directora, vice y secretaria) están trabajando de manera conjunta con la comunidad educativa, pero la supervisión escolar no responde a los reclamos y la comisaría aduce que no puede hacer nada sin una orden judicial.
Ataques a escuelas de la Ciudad
“Desde la comisaría dicen que no pueden poner una consigna policial si no hay orden del juzgado, nosotros realizamos varias denuncias y todavía no nos dieron respuesta y no tenemos certezas respecto a las razones de estos ataques, pero lo que si sabemos como comunidad educativa es que el gobierno de la ciudad solo mantiene la apariencias con respecto a la educación”, agrega y exclama: “Los padres nos encontramos desesperados, ya que suponemos que intentan ingresar a las instalaciones, hemos recurrido a la policía y llamado a la fiscalía sin obtener una solución”.
En una carta dirigida al ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, el abogado que representa a las familias de la comunidad educativa, “a fin de evitar que se agraven los hechos y, eventualmente, se suspendan clases o robos del erario público”, solicitaron la presencia de efectivos policiales en las puertas del edificio. “Ante esta situación y la imperiosa necesidad de evitar mayores inconvenientes, vengo a solicitar su intervención a fin de obtener una consigna policial”, termina la carta.
A la Escuela Primaria N° 23 D.E. 20 asisten alrededor de 350 estudiantes y tiene una superficie cubierta de 2.498 metros cuadrados. El Jardín de Infantes cuenta con salas de 3 a 5 años y vacantes para 185 alumnos, y tiene un playón polideportivo y un anexo a la escuela técnica.
El edificio escolar es relativamente nuevo, fue inaugurado en 2019 en medio de la campaña electoral de Rodríguez Larreta por un nuevo mandato como Jefe de Gobierno de la Ciudad. Las familias aseguran que, pese a que las instalaciones son casi nuevas, tiene varios problemas de infraestructura y el GCBA no invierte en la infraestructura.
“Ya sufrimos robos el año pasado, destrozaron la sala de maestros y aún no contamos con infraestructura suficiente para resguardar la seguridad del establecimiento, la supervisión y las autoridades de la comuna no han movido un dedo por cuidar el espacio
La cooperadora, las autoridades y los maestros nos ponemos al hombro la educación ya que somos ignorados por las autoridades”, suma.