Mientras que en el partido de Escobar se prohibió la construcción de countries y barrios privados en zona de humedales, en Tigre los vecinos y las organizaciones ambientalistas siguen movilizados para frenar el avance de estos emprendimientos inmobiliarios de los que aseguran, son los causantes de las inundaciones.
Esta semana se sancionó en Escobar una ordenanza enviada por el intendente Ariel Sujarchuk al Concejo Deliberante en la que se establece la protección de 8.000 hectáreas sobre la cuenca del río Luján. La ordenanza preserva en primer lugar unas 6.000 hectáreas, con posibilidad de sumar otras 2.000 a futuro. El texto deja en claro que no aprobará nuevos barrios privados, clubes de campo y cualquier tipo de urbanización abierta o cerrada que modifique las condiciones ambientales y topográficas de las áreas de humedales insulares.
Con respecto a los desarrollos inmobiliarios que ya estaban en curso, el proyecto reformula parte de las acciones urbanas propuestas en el Plan Estratégico del partido de Escobar con la intención de evitar posibles demandas judiciales contra el municipio y sus vecinos por parte de los desarrolladores que habían recibido la aprobación formal de sus emprendimientos urbanísticos con anterioridad a la nueva gestión, según informaron fuentes municipales.
En abril de este año, y como antesala del proyecto de ordenanza, la Municipalidad de Escobar suspendió los permisos de construcción de cinco urbanizaciones, hasta que los desarrolladores realizaran las obras públicas necesarias para adaptarse a los lineamientos requeridos por la nueva gestión y beneficiar a los vecinos del distrito. Esos emprendimientos adaptados, y otros dos prexistentes, conforman los 7 barrios que se construyeron en zonas de humedales en los últimos años en una extensión de más de 2.000 hectáreas. A partir de ahora directamente no se aprobarán barrios privados en humedales, y también queda prohibida la caza comercial o deportiva, la realización de lagos o lagunas artificiales y el alumbrado de aguas salobres o saladas (que se produce al alcanzar la napa).
El primer paso fue solucionar el grave problema de las urbanizaciones que no respetaban las ordenanzas municipales y las leyes provinciales. Y ahora avanzamos en la protección medio ambiental de casi una cuarta parte del territorio de Escobar, sostuvo Sujarchuk.
Las únicas instalaciones que sí quedaron habilitadas por la ordenanza son los clásicos recreos con parrilla y bajadas para lanchas que permiten acampar a la orilla del río, así como actividades comerciales de probada tradición en zona de islas del Delta (apicultura, frutales y horticultura, por ejemplo), la crianza de animales, entre otras.
Por lo pronto, organizaciones ambientalistas y sociales de Tigre estuvieron en el Congreso de la Nación para manifestar su interés por la aprobación de la Ley Nacional de Humedales y se entrevistaron con la senadora nacional Teresita Luna. Junto a laa organizaciones estuvo presente el concejal Federico Ugo quien viene impulsando propuestas para la preservación de los humedales. «Podemos lograr el crecimiento de Tigre en armonía con la naturaleza y la comunidad, respetando el ambiente y la calidad de vida, sin que ningún sector quede afuera de ese crecimiento», manifestó Ugo.
El 6 de julio la Justicia federal frenó la construcción de barrios privados en los dieciséis municipios de Buenos Aires que abarcan la cuenca del río Luján y el Delta del Paraná. La causa se había impulsado por la exigencia de los vecinos de frenar los emprendimientos Venice Ciudad Navegable y Remeros Beach en Tigre y fue iniciada por organizaciones sociales que denunciaron la directa vinculación entre los countries construidos sobre los humedales y las cada vez más trágicas inundaciones en la región, que en 2014 se cobraron dos vidas en la zona.