Entrevista

El VI Encuentro Eco-Socialista, el primero realizado en Latinoamérica, fue un escenario a escala internacional ante el crecimiento de diversas corrientes de la extrema derecha con un común denominador de claro perfil negacionista. También se trata el calentamiento global y los epifenómenos resultantes de sus efectos en la biodiversidad y los fenómenos extremos, como sequias, e inundaciones. Se realizó en la Ciudad de Buenos Aires y Tiempo Argentino entrevistó allí a uno de sus organizadores, Eric Tousssaint, quien es el portavoz de la Red Internacional del Comité para la abolición de las Deudas Ilegítimas y uno de los referentes de la corriente Eco-Socialista a escala global.

-¿Qué actividades has desarrollado en Buenos Aires?

-En una situación de gran conflictividad por las medidas de claro contenido ajustistas del gobierno de la ultra-derecha liberal de Javier Milei, desarrollamos el Encuentro, donde los principales ponentes fuimos Julio Gambina (ATTAC Argentina),  Alice como  Referente del   Climaximo PT de Portugal, Najda del PSOL de Brasil y yo como representante del CADTM Internacional. En los días siguientes se realizó un Taller sobre Deuda y Financiación de la Naturaleza, con una gran participación de una nueva generación de jóvenes con experiencia militante, como panelistas. En general, una experiencia ligada no solo a los ejes teóricos sino a una práctica de activistas en los territorios, dentro el marco de una praxis. Son personas que integran la dimensión de la ecología y del anti-capitalismo. Es fundamental. No fue un seminario de debate teórico de diagnóstico, sino más bien una conferencia donde se hizo referencia al tema de la acceso a la tierra, de los efectos del agro-business, de los efectos de la privatización del agua, de los efectos de la privatización de la naturaleza y su financiación, los impactos sobre las mujeres, la relación entre el eco-socialismo y el feminismo. También la relación con el movimiento para los derechos de los LGBTQI+. También el tema de la gasealización de la crisis ecológica. Fue un evento muy rico. Los encuentros anteriores tuvieron lugar en Europa y el próximo se hará en Bélgica, en 2026. Y en el medio hay una cita muy importante, COP 30 en Belén, en noviembre del 2025: habrá decenas de miles de personas de los Pueblos Originarios de todas las partes del mundo. Hay que tener en cuenta que las anteriores COP fueron realizadas en lugares muy distantes y de difícil acceso. El primero se desarrolló en Yamel Shrek, un balneario en Egipto; el siguiente en 2022, en Dubai  y este año en Bakú en Azerbayan. Pero creemos que la próxima cita en Belén será multitudinaria, muy importante, con la presencia de los activistas de América Latina.

-Temas que se relacionan con la recurrencia de líderes de derechas.

-Otro tema urgente que hemos abordado es el tema de la extrema derecha y de la crisis ecológica, teniendo en cuenta que líderes como los Bolsonaro, o los Milei son negacionistas sobre la existencia del cambio climático y sus efectos. Tampoco ven la necesidad de tomar medidas radicales culturales con las lógicas del sistema capitalista. Y los efectos del desarrollo capitalista a como dé lugar, que genera efectos nefastos, como lo ocurrido últimamente en el Estado de Rio Grande do Sul.

– En una situación tan distópica, donde un sector importante de la población se suma a un consenso hegemonizado por el proyecto de la extrema derecha ultra-liberal es fundamental dar la batalla de ideas que pueda revertir esta situación.

-La batalla de las ideas frente a las de la extrema-derecha. Con el apoyo de los medios dominantes lograr una desilusión que despolitiza y desorienta, convenciendo a parte de la opinión pública. Es imprescindible llevar a cabo la batalla de las ideas con la derecha.

-¿No crees que el proyecto de vida propio del capitalismo genera las prácticas hegemónicas que terminan generando una subjetividad afín a estas concepciones?

-Por eso es muy importante, constituirse en puente intergeneracional en la batalla cultural. El Encuentro Eco-Socialista fue en esa dirección. La demostración práctica de la capacidad de la nueva generación fue muy importante. Expresar una manera de analizar la realidad que puede llegar a una gran parte de la juventud internacional. En ese sentido el eco-socialismo es exactamente un puente intergeneracional entre distintas generaciones que se oponen al sistema capitalista globalizado.

-Teniendo en cuenta que tras las Conferencias de Kioto y París, los efectos del calentamiento climático y sus efectos se van agravando. ¿Cuál es la actual situación y las perspectivas del planeta ante este proyecto civilizatorio degradante?

-Es absolutamente claro que la situación se va agravando de forma acelerada. Los mismos organismos especializados de Naciones Unidas lo dicen en sus informes. Ni los escenarios más pesimistas imaginaban la velocidad a la que se está dando el cambio climático y sus efectos. Y la extinción de especies a nivel planetario, mientras se incrementan en número y extensión las catástrofes denominadas naturales. Un caso incontrastable es lo que ha sucedido con las inundaciones en Porto Alegre.  El aumento de la temperatura de los océanos. Y todos estos elementos empíricos hacen prever en las proyecciones a futuro la alteración del calendario para lograr imponer una bifurcación energética y no una transición energética para enfrentar esta crisis. Ya que los tiempos se han acortado a tan solo poco más de una década. El desafío no es de las próximas generaciones sino de la nuestra. De lo contrario vamos encaminándonos a un   desastre para la humanidad.

-Lo paradójico es que ante esta grave situación, el negacionismo crece al compás de la extrema derecha. Y otros sectores creen más factible la destrucción del planeta que la posibilidad de una transformación radical en favor de una salida social más igualitaria y respetuosa de los ecosistemas.

-A ese nivel, tenemos que reconstruir la esperanza con la convicción de dar una respuesta colectiva que implique decrecimiento económico en el Norte Global: crecimiento económico pero respetuoso de la naturaleza en el Sur Global para satisfacer las necesidades elementales de la población, en relación al acceso al agua, a la tierra, a la salud, a la educación, a la cultura, a una vivienda decente. Todo esto significa el crecimiento económico en una parte del planeta. Pero en el norte hay que organizar el decrecimiento económico. Y hacer renacer la esperanza, pero no a través del capitalismo verde, que se está demostrando que no es la salida, como la multiplicación de los vehículos eléctricos, el nitrógeno verde o la captación del carbono. Son propuestas que no son soluciones, ya que se parte de la idea falsa de garantizar la sustentabilidad ecológica en el marco del sistema capitalista.