Mientras elude su responsabilidad en la asistencia plena y responsable de las víctimas del incendio en la localidad de Epuyén, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, ordenó cerrar dos salas de un jardín de infantes de esa localidad, al que asistían niños y niñas que fueron damnificados por fuego.
El cierre de los salas de la Escuela de Nivel Inicial (ENI) 476 de Epuyén, se suma a otras cinco salas de nivel inicial y maternal que Torres clausuró en las localidades vecinas de El Maitén y El Hoyo. “Y otras más que serán cerradas en la zona”, dijeron a Tiempo docentes y madres de la Comarca Andina Chubutense, al sur del Paralelo 42.

El cierre de las salas de tres años afecta a una docena de niños y niñas que quedarán fuera del sistema. Algunos de ellos, en Epuyén, podrán llegar a tener una vacante pero hacinados con otras niñeces de 3,4 y 5 años en aulas de 6 por cinco metros, y sin diferenciar las necesidades pedagógicas y físicas de cada franja etaria.
Según las fuentes, entre las víctimas del ajuste en la educación inicial se encuentra al menos media docena de niñas y niños que fueron víctimas directas del incendio, y otros que en su conjunto atravesaron las semanas de angustia por el estado de conmoción que se vivía en el pequeño pueblo afectado por el incendio forestal, y ahora abandonado a su suerte por el gobierno provincial.