En una sesión extraordinaria, el concejo deliberante de El Bolsón aprobó este viernes por la mañana el proyecto Laderas, una polémica iniciativa que construirá un complejo turístico en la base del cerro Perito Moreno.

A pesar de que la convocatoria a la sesión se hizo de manera sorpresiva, hubo una gran concurrencia de vecinos en la calle en rechazo del mega emprendimiento, quienes ingresaron por la fuerza al edificio legislativo tras la votación.

A pesar de las protestas, que continúan en estos momentos con un acampe y el sábado con un festival y una marcha, el loteo fue aprobado por amplia mayoría.

El proyecto fue remitido a los legisladores por el intendente Bruno Pogliano, uno de los principales impulsores de Laderas, empresa de la que fue contador antes de asumir el cargo ejecutivo.

La propuesta original contemplaba más de 1000 lotes para vivienda, canchas de golf y de polo, y un lago artificial en una reserva natural en Cumbreras de Mallín Ahogado.

Tras una audiencia pública muy desfavorable, el intendente realizó algunos cambios y remitió el proyecto al Concejo, que aprobó el texto oficial: en vez de 1000, serán 315 los lotes, se desestimó la construcción de una cancha de golf y se movió la locación de la Pampa de Ludden.

El nombre de Lewis no aparece directamente vinculado al proyecto Laderas, pero los vecinos de El Bolsón no dudan de su relación. Detrás del emprendimiento inmobiliario está Nicolás Van Ditmar, quien administra las empresas del multimillonario en la Argentina.

Van Ditmar tiene una relación más que estrecha con Lewis y hace las veces de vocero del empresario. Fue quien contó a los medios que el presidente Mauricio Macri “es amigo de la familia Lewis desde hace más de once años”, tras la visita del mandatario a su mansión de Lago Escondido.

El emprendimiento genera mucha resistencia en la localidad y FM Alas es una de los pocos medios de la zona que refleja el conflicto. Horas después de cubrir la audiencia pública, donde tomaron testimonios de personas movilizadas a favor del proyecto que reconocieron haber recibido dinero a cambio de su presencia, les llegó la amenaza a uno de los celulares de la radio. “Tengan cuidado que se le puede prender esa puta radio, puto», decía el texto y recuerda el historial de quemas de radios y de espacios vecinales.

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