Hugo Farfán, de 49 años, y Mariano Flores, de 64 años, abrieron la primera cafetería con lengua de señas del país. Hace diez años empezaron a darle vueltas a la idea, pero no se les daba la oportunidad para comenzar. El 18 de junio CaféLSA abrió sus puertas, trayendo una propuesta distinta a la ciudad de Salta.
Los dos emprendedores salteños se conocen de chicos, de participar de actividades juntos. En el 2008, fundaron la Asociación de Sordos de la Provincia de Salta. “El año pasado nos lanzamos a la aventura de emprender por primera vez, aun siendo personas sordas. Nos metimos en una competencia de proyectos organizado por el Banco Macro, el IAE Business School, denominada NAVES Federal. Competimos a nivel provincial y quedamos entre los nueve seleccionados para competir en el programa Naves Nacional. Finalmente, no pasamos esa instancia. Pero como no conocemos la palabra derrota, seguimos con un plan B. Recaudamos fondos a través del sitio www.cafecito.app y empezamos a vender merchandising como agendas y tazas. Con eso íbamos comprando de a poco las cosas que necesitábamos”, relata Farfán.
A nivel global son muy pocos los emprendimientos gastronómicos dirigidos por personas sordas. La fuente de inspiración de Farfán y Flores fue la iniciativa de una chica de Noruega que abrió su cafetería con tablets en cada mesa. Allí, se mostraban los productos con sus respectivas señas. En el 2018, la cadena Starbucks abrió un local en Washington DC, que la llaman The Signing Store, donde todos sus empleados hablan en lengua de señas estadounidense.
La cafetería y el objetivo de romper la brecha comunicacional
Un factor que motivó a Farfán y a Flores a emprender es la falta de accesibilidad laboral que sufren las personas sordas. “Para muchos de los mozos que trabajan con nosotros este es su primer trabajo. Hoy ocho familias de personas sordas dependen de CaféLSA”, relatan. El otro motivo que los impulsó a emprender fue romper la brecha comunicacional y acercar la LSA (Lengua de Señas Argentina) a la sociedad. “No solo ofrecemos café, también, se dan cursos de LSA”, relata Farfán.
Sobre los desafíos, Farfán cuenta: “Lo más difícil fue contactar a los proveedores, ya que todo el sistema se maneja por teléfono. Otro desafío fue darnos a conocer: la gente al principio era reacia a entrar porque suponía que era un lugar exclusivo para personas sordas. Tuvimos que acudir a estrategias en redes sociales”.
Sobre los planes a futuro, Farfan dice que la comunidad sorda está expectante y quieren que lleven CaféLSA a las provincias. La intención es ir abriendo en otras provincias como franquicia. Para esa instancia, se están preparando. “Luego de consolidar los procesos, iremos avanzando en nuevos pasos. Aspiramos a que los productos de panificación y repostería sean producidos por personas sordas. Así, podríamos dar sustento a más personas que no tienen trabajo estable”, concluye Farfán.
Paula
11 September 2024 - 08:00
Felicitaciones !!!!