En los alrededores de un Congreso completamente vallado, junto con los jubilados de cada miércoles están las dos CTAs, la UTEP, diversos sindicatos -desde el de prensa a los docentes universitarios- y partidos políticos.

Hasta el momento todo se desarrolla de manera pacífica, aunque el amenazante despliegue de fuerzas de seguridad provocan un clima de tensa calma.

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