Hace seis años, Mariela Di Naro y Victoria De Michele ni se conocían. Sin embargo, tenían más cosas en común de lo que creían. Ambas madres, directoras de cine, guionistas y la misma pesadilla: la falta de vacantes en los establecimientos educativos públicos cuando sus hijos (de la misma edad) atravesaban sus primeros meses de vida. Este jueves se estrena en el Cine Gaumont, la película documental En lista de espera, que hicieron juntas para reflejar las injusticias del sistema.

“La idea nació de una urgencia, una experiencia personal de ambas, cuando estábamos luchando para obtener una vacante para nuestros hijos”, cuenta Mariela, que confluyó con Victoria en el colectivo “Vacantes para todos y todas en las escuelas públicas”. La angustia derivó en las ganas de hacer un documental: «así nos encontramos, sin conocernos, pero con la misma preocupación, aunamos fuerzas y empezamos este recorrido”.

La película mixtura ficción y documental. Está ambientada en 2022, en pleno fervor por la Copa del Mundo de Qatar. Relata la historia de Victoria (en la piel de Victoria Abalde) que recibe la noticia de que su hijo quedó en lista de espera para ingresar al jardín público. Esta situación la pone en la difícil encrucijada de inscribirlo en una institución privada, un privilegio cada vez para menos familias; o arreglársela como pueda, lo que redundará en una desorganización laboral y cotidiana.

En lista de espera: la película que expone el drama de las madres que no consiguen vacantes para sus hijos

Decidida, Victoria avanza en buscar soluciones y decide iniciar un recurso de amparo. Mientras espera respuestas de su abogada, comienza a grabar las historias de otras madres en su misma situación, sacando a la luz un problema que afecta a muchas mujeres. La Ciudad llegó a tener en los últimos años más de 20.000 chicos y chicas sin vacantes, especialmente en los primeros años. La Constitución porteña estipula la obligatoriedad de otorgarlas desde los 45 días de vida. Muchas caen en la privada o aceptando lugares en escuelas alejadas.

“Es un problema estructural que impacta directamente en la vida de miles de familias, sobre todo en las madres. Nos dimos cuenta de que no solo era un problema educativo, sino también de género y de acceso a derechos básicos”, describe Mariela.

La cineasta se convirtió en una especialista. Enumera que a la hora de buscar una vacante, el sistema prioriza “vivir cerca de la escuela, tener hermanos cursando, ser docente en el GCBA”, entre otros “privilegios” que definen el futuro en el corto y mediano plazo de las familias. La situación explotó a partir de la instauración del sistema online hace casi una década. Y la falta de construcción de escuelas nuevas en CABA. “El sistema online está preparado para asignar las vacantes. Lamentablemente, muchas familias tienen que resolverlo como pueden, sin una respuesta real”.

En lista de espera: la película que expone el drama de las madres que no consiguen vacantes para sus hijos

Entre otras historias, se encontraron con que varias mujeres debieron reducir su jornada laboral, rechazar oportunidades de trabajo o incluso dejar de trabajar porque no tienen con quién dejar a sus hijos: “es una desigualdad estructural que se disfraza de una dificultad individual cuando, en realidad, es un problema colectivo que requiere soluciones concretas desde las políticas públicas”.

Con el film buscan generar un impacto real: «que emocione, movilice y ponga en agenda una problemática que afecta a miles de familias. Y que ayude a concientizar sobre la urgencia de garantizar el derecho a la educación desde la primera infancia».  «

Estreno

En lista de espera se estrena el próximo jueves 27 de marzo, a las 19 en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635, CABA). Refleja un drama que atraviesan miles de madres e impacta en sus posibilidades de reinsertarse laboralmente.

Visibilizar, concientizar, reclamar

Tanto Mariela, como Victoria ansían que el documental, ante todo, genere “un impacto real. Queremos que esta película no solo emocione, sino que también movilice y ponga en agenda una problemática que afecta a miles de familias; además que sirva como una herramienta de visibilización y debate, que ayude a concientizar sobre la urgencia de garantizar el derecho a la educación desde la primera infancia”.

Las directoras también se proponen que En Lista de Espera puede dialogar a nivel internacional con “otras realidades y modelos educativos, mostrando cómo la falta de acceso a la educación inicial no es solo un problema local, sino una cuestión global en muchos países, incluso los más desarrollados”.

El problema de las vacantes en la primera infancia no solo aqueja a la Ciudad de Buenos Aires, sino también a otras provincias e incluso se replica en muchas grandes urbes del mundo. CABA es la jurisdicción donde más se pronuncia esta situación y allí sobresale el colectivo “Vacantes para todxs en escuelas públicas”, que aborda el tema desde 2013 y juega “un rol clave en la visibilización y el reclamo por la falta de vacantes en la educación inicial en la Ciudad de Buenos Aires”, indica Mariela Di Naro. 

El grupo “está compuesto por familias, docentes y activistas que buscan generar conciencia sobre esta problemática y presionar para que se implementen políticas públicas que garanticen el derecho a la educación desde los primeros años de vida”. La referente del espacio es Patricia Pines, que lleva esta lucha adelante hace más de 10 años. Desde sus filas, brindan asesoramiento legal para iniciar el reclamo ante la justicia y es un lugar de acompañamiento, “porque en este transitar de la búsqueda de la vacante hay mucha angustia”, continuó la directora de cine.

“A través de movilizaciones, denuncias, campañas en redes y diálogo con organismos públicos, el colectivo no solo acompaña a las familias afectadas, sino que también articula con otras organizaciones para exigir soluciones concretas, como la construcción de nuevos jardines y la ampliación de la oferta educativa en el nivel inicial”, añade.

Desde “Vacantes para todxs en escuelas públicas” estiman que todos los años solo en la Ciudad se quedan fuera del sistema educativo entre 7.000 y 12.000 niños.