«En el 2016, a raíz del traspaso de la Policía Federal, también se traspasaron los fondos que constitucionalmente corresponden al buen funcionamiento de la fuerza, que hoy forman parte del 3,5% que venimos recibiendo desde ese entonces”, sostuvo en la conferencia de prensa el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tras la decisión del presidente Alberto Fernández de quitarle un punto de coparticipación a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para dárselo a la Provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, los números distan de ese enunciado y en la práctica el Ejecutivo que comanda la Capital Federal destina bastante menos que ese 2% de coparticipación que le giran para la Policía de la Ciudad: de acuerdo a datos oficiales, en el primer semestre de este año sólo utilizó en su fuerza de seguridad el 20% de lo que Nación previó enviarle como coparticipación para todo el año.
Según las cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda de CABA, el distrito tenía pautado un presupuesto de $ 126.254.300.000 como coparticipación para este año. Pero en los primeros seis meses, gastó en la Policía de la Ciudad 25.897.569.358 de pesos. De hecho, a pesar de la baja en la recaudación del país en el segundo trimestre, tras la llegada de la pandemia y la cuarentena, el gobierno nacional le giró en el primer semestre 50 mil millones de pesos de coparticipación, el doble de lo que Larreta decidió destinar a la policía porteña.
Esos 25.897 millones que el Gobierno de la Ciudad invirtió en su policía en el primer semestre de 2020 fueron menos de lo que debería haber sido. De acuerdo al presupuesto aprobado por la Legislatura a fines de 2019, de enero a junio debía destinarse a la policía al menos 31.350 millones (un total de 62.701.793.052 para todo el año). Es decir que quedaron alrededor de 5.500 millones de pesos sin usarse.
Todos estos números refuerzan dos teorías en las que se basó la administración albertista para agilizar la idea de una reforma en la coparticipación entre Provincia y CABA: por un lado, que los 2 puntos que el entonces presidente Mauricio Macri le dio por decreto a la Ciudad de Buenos Aires eran bastante más de lo que demanda la Policía de la Ciudad; y que la Capital Federal destina gran parte de esos recursos a otras áreas, de las cuales poco se sabe y menos aún se ha informado.
Esos 2 puntos de coparticipación que la Ciudad debe utilizar para financiar la policía equivalen a un 57% del total de los fondos recibidos por coparticipación. En caso de que ejecutara todo lo presupuestado para 2020, y suponiendo que la Ciudad no pone un solo peso para financiar a su policía por fuera de los aportes federales, esa cifra llegaría sólo al 49,6% de los fondos girados por Nación, con lo que quedarían unos 10 mil millones de pesos con destino incierto.
El presupuesto actual para la fuerza porteña, sin embargo, representa casi el doble de lo que el gobierno nacional le comenzará a enviar a partir del decreto presidencial, que recortó de 2 a 0,92%, aunque en los primeros 6 meses de este año ejecutó bastante menos de lo que le aportó Nación para la policía.
Se puede hacer el ejercicio de ver qué sucedió en 2019, el último año libre de coronavirus. En ese período, Larreta recibió $ 86.257.000.000 por coparticipación del Estado Nacional. Sin embargo, de ese monto destinó 44.137.846.100 a la Policía de la Ciudad, con lo que destinó la mitad de lo que recibió como coparticipación, esa palabra que en este 2020 le robó por un rato la primera plana de las noticias a eso omnipresente llamado covid–19.