Según el informe de Cuenta de Generación de Ingresos e insumo de mano de obra (CGII) del último trimestre de 2023 que el INDEC publicó hoy, durante todo el año 2023, las remuneraciones al trabajo asalariado representaron un 45,3% del valor agregado bruto que generó la economía durante todo el año.
Se trata de una mejora de 1,5 puntos porcentuales con relación a lo que había ocurrido durante el año 2022 y tuvo como contraparte una contracción de dos puntos porcentuales sobre el PBI en el excedente de explotación bruto equivalente a las ganancias empresarias. El retroceso en la apropiación patronal del producto se explica en particular por el desempeño del sector agropecuario que atravesó una feroz sequía con impacto particularmente en el segundo y tercer trimestre.
De hecho, según datos del propio INDEC, el PBI durante 2023 se contrajo un 1,6%. Por ese motivo el crecimiento de los salarios de los trabajadores en términos relativos a su participación en el ingreso total no se refleja en un incremento de los salarios medidos en términos individuales.
Es que, a diciembre de 2023, según datos del mismo INDEC, los salarios en promedio se habían incrementado un 152,7% cuando la inflación interanual al mes de diciembre arrojó una suba del 211,4%. Se trata de un retroceso en términos reales del 18%.
Esa pérdida experimentada especialmente en el mes de diciembre se vio compensada parcialmente a nivel global y en términos anuales por el incremento del número de empleados que, en general, crecieron un 2,8%. Allí, sin embargo, fueron los puestos de trabajo no registrados los que se incrementaron sensiblemente por encima de la media. Los puestos informales saltaron un 3,9% mientras que los empleados con plenitud de derechos se incrementaron en un 2,9%.
Durante el último cuatrimestre del año, de hecho, el 58% de los 604 mil puestos de trabajo creados con relación al mismo período del año anterior no fueron formalizados como corresponde. Casi seis de cada 10 puestos creados fueron empleos no registrados cuyos salarios, por otra parte, se incrementaron en diciembre en términos interanuales apenas un 115,3% cuando la inflación llegó al mencionado 211,4%, un retroceso del poder adquisitivo superior al 30%.
Cambio de tendencia
El crecimiento en la participación de los salarios en el ingreso total de la economía registrado en el promedio del año, sin embargo, comenzó a revertirse en el último cuatrimestre del año cuando, además, la recesión empezó a golpear de manera más directa y, a la vez, se sintió sobre los salarios primero la devaluación de agosto ejecutada por la gestión de Sergio Massa en el ministerio de Economía que encareció el dólar en un 25% y luego la de diciembre llevada adelante por la actual gestión de Luis Caputo al frente del Palacio de Hacienda y que más que duplicó el valor de la divisa norteamericana.
Según el informe del INDEC, “en el cuarto trimestre de 2023, la remuneración al trabajo asalariado (RTA) aumentó 162,6% respecto al mismo período de 2022”. El estudio indica que “en términos del valor agregado bruto (VAB) medido a precios básicos, su participación representó un 44,4%, y registró un descenso de 1,13 puntos porcentuales respecto del cuarto trimestre de 2022”. A la vez, “la participación del excedente de explotación bruto alcanzó 43,4% del VAB, con un aumento de 0,15 respecto al mismo trimestre del año anterior”.
A la hora de identificar el origen del incremento en la participación de las ganancias, el INDEC destaca las contribuciones de los sectores “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” que creció 2,17 puntos dejando atrás el impacto de la sequía, de la Industria manufacturera con 0,58 puntos porcentuales y de la Explotación de minas y canteras donde las patronales mejoraron su participación en 0,56 puntos porcentuales.
Tal como fue puntualizado, en el período destaca el incremento de los puestos de trabajo no registrados que crecieron un 6,4%, muy por encima de los puestos totales (incluidos los no asalariados) que lo hicieron en un 3,6% respecto a igual trimestre de 2022.
Así las cosas, la participación de los trabajadores en el producto dista del mentado fifty-fifty en casi cinco puntos porcentuales cuando, hace apenas ocho años, en el año 2016, había superado ese umbral ubicándose, en promedio, en un 51,8% del PBI.