La inminente emisión de deuda pública nacional por entre 5000 y 10 mil millones de dólares agita el ambiente financiero, tanto en Buenos Aires como en Wall Street, Londres y algunas plazas europeas.
Es que las emisiones de la Argentina, que fue el país periférico que más deuda lanzó al mercado internacional en 2015, son un gran negocio para los grandes bancos. Esto porque los títulos argentinos pagan entre 500 y 600 puntos básicos (o cinco a seis puntos porcentuales) por encima de la deuda de Estados Unidos de similar plazo en un contexto de caída de rendimientos en Europa y China.
El flamante ministro de Finanzas, Luis Caputo antes, secretario del área aseguró una semana atrás que «las necesidades financieras (del Estado nacional) son de 22 mil millones de dólares, más refinanciamientos por otros 22 mil millones. La recomendación de los bancos es ir a los mercados en enero. Estamos analizando las alternativas».
Este primer test de 2017 podría implicar, además, una inundación de dólares, primero que podrían tirar abajo el precio de la divisa. Y, luego, una fuerte emisión de pesos por parte del Banco Central a medida que se los compra al Tesoro. Una fuente del BCRA le dijo a Tiempo que la autoridad monetaria no está elaborando planes especiales para esa eventualidad y consideró que la coordinación entre el BCRA y el Tesoro permitirá ir asimilando los dólares sin alterar el esquema monetario. Con todo, la fuente aseguró que «al Central no le preocupa si el dólar cae por efecto de las emisiones del Tesoro», contrastando así con un planteo que se escucha cada vez más seguido en el sector industrial acerca de un retraso cambiario.
En el Central consideraron que lo sucedido tras la emisión para pagar el acuerdo a los fondos buirte es «un ejempleo de cómo se manejó un ingreso fuerte de dólares».
Además, algunos dólares podrían no ser convertidos en pesos, toda vez que el Tesoro enfrenta fuertes vencimientos de deuda en dólares en el segundo trimestre. Concretamente, U$S 6500 millones del Bonar X en abril, y U$S 2100 millones del Club de París y U$S 1000 millones del Global 17, en mayo. A ello hay que agregar los vencimientos de Letes del primer trimestre y que Finanzas espera refinanciar por medio de nuevas emisiones a concretar en cinco salidas entre enero y marzo, la primera de ellas el próximo jueves 12 (el stock general de Letes supera los U$S 6600 millones).
En este contexto, la eliminación del último resabio de control de capitales externos, la obligación de permanecer 120 días en la Argentina, apunta a crear las condiciones para facilitar los flujos de capital, tanto de entrada como de salida. En el cuadro de la megadeuda que el gobierno emitirá, la anulación apunta al ingreso. Pero también deja la puerta abierta para la salida de esos fondos . «