Calma es el título del nuevo trabajo discográfico del pianista y compositor Carlos «Negro» Aguirre quien, junto con su trío integrado por el santafesino Fernando Silva en contrabajo y el cordobés Luciano Cuviello en batería, hará su presentación hoy a las 20 en la sala Argentina del CCK (Sarmiento 151, CABA).
Esta primera producción discográfica del Carlos Aguirre Trío encuentra al pianista embarcado en sonoridades que ya son ampliamente reconocidas en sus composiciones, las que quedaron plasmadas en tres discos con el Carlos Aguirre Grupo (Crema, Rojo y Violeta), uno de piano solo (Caminos), un trabajo a dúo con Francesca Ancarola (Arrullos) y una producción discográfica solista, con invitados: Orillania. Todos editados a través de Shagrada Medra, el sello discográfico independiente que creó hace más de 20 años junto a Luis Barbiero, en la ciudad de Paraná, Entre Ríos.
Con un recorrido de tres décadas en el camino de la música argentina, el artista entrerriano transita esta experiencia grupal con la que grabó el disco en el Teatro Independencia, de la ciudad de Mendoza. El Carlos Aguirre Trío se gestó en los últimos meses de 2013 y se presentó por primera vez en enero de 2014 en el Escenario Fattoruso del club de jazz Medio y Medio, en Punta Ballena, Punta del Este. Tiempo después formó parte de la programación del Mestiza Música Festival (en abril de 2015) donde compartió el escenario del Teatro Coliseo en Buenos Aires con el brasileño Egberto Gismonti y el uruguayo Hugo Fattoruso.
Aguirre es una persona de hablar pausado, lo que se traduce también en su serena manera de cantar y en la plácida impronta que le aplica a su piano. En esta oportunidad las composiciones que integran la placa (de carácter totalmente instrumental) indagan en estructuras armónicas sutiles, cercanas por momentos a elementos impresionistas pero sin renegar de las citas sonoras al río, constante fuente de inspiración del músico.
En cada composición, por debajo de la superficie melódica, se mueven entramados en los que el piano y el contrabajo de Silva juegan entre sí en tanto la batería, a cargo de Cuviello, le aporta una etérea y rica rítmica sin caer en excesos. No es casual que los temas que componen la placa (De tu lado del mar -dedicado al pianista portugués Mario Laginha-, Las flores de Rosalía, Hiroshi, Kalimba, Dentro mío, Palabras para nombrarte y Voces de otra vida y de otro lugar), tengan desarrollos extensos, lo que permite la búsqueda de cada uno de los integrantes del trío de las potencialidades de sus respectivos instrumentos.
Con momentos de discreta cercanía con el jazz más asociado a Bill Evans o Esbjörn Svensson, Aguirre, Silva y Cuviello poseen una llamativa capacidad para explayarse en los silencios (De tu lado del mar) o arremeter con figuras de rítmicas dinámicas e intrincadas como en Kalimba.
Dice Aguirre: «Las de Calma son músicas que compuse imaginando el universo de un trío y que de un momento a otro quisieron salir a la luz. Ensayos con dos queridos amigos, cuya inspiración dio vuelo a aquellos bocetos. Temas nuevos que fueron viniendo mientras seguíamos explorando la química del sonar juntos. Y así, casi sin darnos cuenta, se delineaba un repertorio y una forma de expresarnos, una posible estética con eje en la austeridad». Paradójicamente, esa austeridad que menciona el pianista es la mayor riqueza del viaje que propone la música contenida en Calma.