Con entradas de entre 15 mil y 20 mil pesos, comenzó ayer El Circo del Ánima en una de las explanadas de Tecnópolis. Se trata del espectáculo del coreógrafo Flavio Mendoza y refleja la mutación del parque bajo el gobierno de Javier Milei: shows privados, para quienes puedan pagarlos.

Según los sitios oficiales del circo de Mendoza, se presentará jueves, viernes, sábados y domingos de junio con dos funciones diarias. La carpa instalada en Tecnópolis fue «importada desde Italia», tiene capacidad para 1600 personas y «un sector de butacas VIP con asientos de cuero y calefacción». Quienes asisten disponen de «estacionamiento sin cargo dentro del parque».

Si se concretaran las 32 funciones al mes, con venta total de entradas –calculadas en su valor mínimo de 15 mil pesos- el show generaría más de 750 millones de pesos. ¿Cuánto abona el privado a modo de alquiler?

Foto: Pedro Pérez

«Eso lo fija el Tribunal de Tasación de la Nación y se lo informa a la Agencia de Bienes del Estado (AABE). Cultura no tiene injerencia en ese tema puntual», respondieron fuentes de esa cartera. Quien pase por General Paz verá cómo se transformó la ciudad de la ciencia en la Era Milei: al lado del enorme dinosaurio, una carpa de Flavio Mendoza.

Este fin de semana debuta otra propuesta privada: Superpark, un parque de diversiones que incluye montaña rusa. La entrada, también, a 15 mil pesos. La apertura había sido anunciada para mayo, pero se postergó en medio de suspensiones de una programación por lo menos desprolija.

Desde Cultura aclaran que ambos shows ocurren «en las explanadas, sin ingreso al parque». Lo que funciona dentro por estos días es Garage Tecno, con expresiones de música emergente, y un campeonato de taekwondo dentro del micro estadio. Nuevas postales en el emblemático predio de 50 hectáreas de Villa Martelli, que supo estar protagonizado por dinosaurios, Zamba, héroes y heroínas nacionales, aviones y satélites argentinos.

Foto: Pedro Pérez

Parque acéfalo

«Esta gestión mantiene su intención de volver solvente el parque que le costaba a los argentinos más de 1000 millones de pesos por sólo dos meses de funcionamiento. El objetivo seguirá siendo que no demande gasto público», fue el discurso oficial con el que se anunció la reversión de Tecnópolis. «Nuestro objetivo es claro: que se autofinancie y que más argentinos puedan disfrutar de la cultura». Entre 2020 y 2023 habían pasado por el parque unas ocho millones de personas.

«Tecnópolis es un ejemplo claro de cómo el kirchnerismo gastó mucho y mal la plata de los argentinos», calificaron desde el Gobierno. «Era una máquina de perder plata. Un espacio gigantesco con un potencial enorme que abría sólo dos meses al año. Todo el resto de los meses estaba cerrado, perdiendo plata por mantenimiento, limpieza, seguridad. Cuando llegamos encontramos una deuda de 400 millones de pesos con proveedores. Era un desastre».

Foto: Pedro Pérez

En estos seis meses de gestión libertaria, el Parque ya cambió tres veces de autoridades y se encuentra prácticamente acéfalo. El director Federico Iglesias dio un paso al costado en abril. Días atrás, los titulares de Logística (Matías Vitale) y Contenidos (Joaquín Wagner) fueron despedidos «por irregularidades administrativas».

«Las autoridades fueron removidas así que el subsecretario Ignacio Lupi es quien está llevando ahora de manera transitoria la revisión de los actos administrativos celebrados y los acuerdos que se hayan celebrado o no», informaron desde Cultura. Por el recambio de autoridades y la falta de firmas, la planificación y programación no son claras. «Estamos tratando que en junio empiecen unas actividades con ministerios y en julio la Feria de Ciencia, Educación, Cultura y Tecnología», indicaron sobre el corto plazo.

Foto: Pedro Pérez

Tecnópolis: futuro incierto

Para las y los trabajadores, reina la incertidumbre. «Estamos con la misma preocupación que atañe al resto de los sectores que dependen de la Secretaría de Cultura de la Nación. Particularmente, tenemos la necesidad de que el Parque tenga un cronograma de apertura y funcionamiento, y que nos informen qué tienen pensado las autoridades en relación al alquiler de sectores del parque para iniciativas de índole privadas», apuntaron delegados de ATE Cultura. «Como todos, necesitamos garantizar nuestra continuidad laboral y las condiciones de trabajo tal como lo indica nuestro convenio colectivo».

Un trabajador agregó que en el predio «hubo despidos, pero no fue uno de los sectores más afectados». En cuanto a la transformación de lo que supo ser un parque temático público y gratuito abocado a la ciencia y la tecnología, señaló: «Los trabajadores no tenemos potestad sobre la política cultural y lo sabemos. Se termina desvirtuando la función de tenemos, no nos gusta, pero cuidamos el trabajo». «