Así como en el proyecto de Presupuesto 2019 se perjudica de manera directa los ingresos de trabajadores y jubilados, también consolida y mejora los ingresos de petroleras, bancos y constructoras, entre otras empresas.
Las petroleras que extraen gas no convencional del yacimiento neuquino de Vaca Muerta percibirán $ 27.904,4 millones, un 160% más que los $ 10.738,6 millones presupuestados en 2018.
El ranking de las petroleras que más gas producen en Vaca Muerta lo encabeza YPF, con la francesa Total y la argentino-chino-británica Pan American Energy completando el podio. Luego siguen Tecpetrol, de Techint, y Pampa Energía, la firma de Marcelo Mindlin. Más abajo aparecen CGC, de Eduardo Eurnekian, la chilena ENAP Sipetrol y la participada por YPF Pluspetrol. Completa el cuadro de las diez primeras la china Sinopec.
El incremento en los subsidios a la oferta de gas no se puede comparar con ningún parámetro, ni siquiera con la suba del dólar a los largo de 2018, de poco más del ciento por ciento. Mucho menos con la inflación o el valor del gas en el mercado interno, que según el secretario de Energía, Javier Iguacel, debería tender a bajar a partir de los nuevos contratos firmados entre las petroleras y las usinas eléctricas, que son grandes consumidoras de gas.
El subsidio a la producción de gas juega así un rol fundamental en la economía de las petroleras, las que además se han visto beneficiadas por la creación de un convenio laboral específico que redujo sus costos.
El esquema se completa con la autorización a exportar gas que el gobierno ya otorgó a las empresas y que se espera que comience a ejecutarse en octubre próximo. De hecho, este tema fue uno de los aspectos centrales de la venta que hizo Iguacel de Vaca Muerta ante empresarios petroleros en Houston, EE UU, dos semanas atrás.
Es decir, mientras que por un lado se subsidia la producción de gas natural «a fines de estimular su producción y cubrir las necesidades de acceso a dicho combustible», del otro se lo exportará, con lo que el subsidio a la oferta del gas redundará en un subsidio a la exportación. Mientras tanto, seguirá la importación de gas licuado, que es más caro que la producción local.
El gobierno defiende estos estímulos y se respalda en los resultados, como una mayor producción de gas natural no convencional. «En el primer semestre de 2018, la producción de gas creció en términos interanuales casi un 5% y la de petróleo un 3%. Más aún, la producción de gas no convencional está aumentando a un ritmo de 30% interanual mientras que la de petróleo no convencional lo hace a uno de 42%. Así, el primer cuatrimestre de este año fue el de mayor producción desde 2010», indica el mensaje que acompaña al proyecto de ley.
El gobierno prevé que el subsidio de 2019 resulte en un incremento de la producción de gas del 6,1%, con eje en el fluido extraido en Vaca Muerta.
Houston
La presencia de Iguacel en la ciudad del sur de Estados Unidos, centro de las operaciones petroleras en el Golfo de México, puso de relieve cuáles son los ejes con los que el gobierno ofrece Vaca Muerta a los inversores.
También mostró que al gobierno, al igual que a sus antecesores, le falta información propia especialmente n los temas más sensibles. Esto es así desde que se privatizó YPF en 1999. Por caso, para indicar cuáles son las empresas que juegan fuerte en Vaca Muerta debió apelar a información de Wood Mackenzie, consultora muy reconocida en el ambiente petrolero, lo mismo que IHS- Markit. Y para reseñar los recursos y las reservas de petróleo y gas del yacimiento neuquino apeló a la Energy Information Administration (EIA) de EE UU.
Iguacel aseguró que el costo de ingreso a operaciones en Vaca Muerta está por debajo del promedio de Midland Permian, el estándar contra el cual se comparan los emprendimientos gasíferos no convencionales, ubicado en EE UU y altamente desarrollado.
También detalló el potencial que tiene la explotación de gas no convencional, al sumar el mercado local de precios elevados el mercado de exportación con base en Chile. También mencionó el proyecto de construcción de una planta de licufacción de gas en la Patagonia, lo que le daría una nueva salida al gas neuquino y que, además, no estaría sujeta a la existencia de gasoductos.
Vaca Muerta concentra en la actualidad el 80% de las inversiones petroleras del país, un objetivo deseado por los funcionarios de Cambiemos y que chocó con el desarrollo de las energías no convencionales. El gobierno ha resuelto por ahora subsidiar a ambas, pero la crisis económica puede obligarlo a tener que elegir. «