Elisa Carrió volvió a ser el factor que puso en evidencia las tensiones en el seno de la alianza gobernante Cambiemos, en este caso, respecto al rol la Unión Cívica Radical, partido al que la diputada chaqueña conoce muy bien como excorreligionaria.

Invitada al Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos, Carrió se jactó de “manejarlos” desde fuera del partido y los trató de “misóginos”, lo cual causó la reacción y respuesta, comunicado oficial incluido, de la UCR nacional, de la Juventud partidaria, de diversos representantes e incluso de correligionarios críticos de la actual conducción radical, como Ricardo Alfonsín.

«Yo no tengo interés en ningún cargo. En consecuencia, la alianza (Cambiemos) está asegurada. Y los radicales harán lo que nosotros (Macri y ella) digamos», lanzó Carrió ante los presentes, y tras unos segundos de silencio, se escucharon risas y aplausos a la diputada.

Carrió redobló la apuesta y buscó con la mirada a su par, el diputado radical Atilio Benedetti, sentado en las primeras filas, y le preguntó: «¿No es así Benedetti? Al final, los radicales tienen que reconocer que están con una ex miembro (de la UCR) que los maneja desde afuera. ¡Es divino! ¡No saben! Es el mayor castigo por misóginos. Nos mandaban a las convenciones a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera», celebró.

La respuesta radical

“Fue un exabrupto a los que ya nos tiene acostumbrados”, minimizó el diputado Benedetti terminada la actividad. Pero la UCR nacional decidió no tomarlo así: a las pocas horas, emitió un comunicado, y sostuvo: “Somos un partido político nacional, soberano en sus decisiones y democrático hacia adentro. No un proyecto personal ni un liderazgo mesiánico (…) Los argentinos necesitan seriedad, no un stand up permanente”, comenzó.

“Por nuestro compromiso con la coalición Cambiemos, de la cual somos fundadores, y por el futuro de la Argentina, le pedimos a Elisa Carrió que se abstenga de continuar con esta serie de declaraciones desafortunadas, que lamentablemente ya se han vuelto una costumbre suya”, advirtieron.


“La respuesta no puede ser ‘Ya sabemos como es Carrió’. La respuesta es respetar, de una buena vez, a los socios de la coalición de gobierno que ella pretende destruir”, reclamó.

“Que nos diga Carrió, realmente, cuánto aporta hoy a Cambiemos y a las políticas del Gobierno Nacional. Seguramente sea menos que las propinas que deja”, contraatacaron.

Carrió, recargada

Lejos de sosegarse, vía redes sociales Carrió siguió con chicanas: Tuiteó una foto junto a un cartel en las cercanías de Córdoba y escribió: “Entrando a Córdoba a ver a mi único jefe Mario Raúl Negri”, en referencia al presidente del bloque de la UCR y del Interbloque Cambiemos en la cámara de Diputados. Para reforzar el sentido irónico del tuit, la diputada colocó emoticones con rostros en llanto por la risa.

Rato después, apeló a la misma herramienta tecnológica para dirigirse al gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo: “Mil disculpas Cornejo, es una vieja broma que hago hace 20 años, que hace reír a la gente, solo que quizás no la recordás porque en esa época estabas en el kirchnerismo”, disparó.

Desde la Juventud Radical, a su vez, respondieron: “Si bien compartimos el espacio político que quiere sacar a la Argentina del atraso y la corrupción, los radicales somos constructores de esta coalición, no ególatras como usted, Elisa Carrió”. La diputada nacional por la Ciudad Carla Carrizo le contestó: “Las mujeres radicales hace 30 años que no servimos empanadas”.

Para Ricardo Alfonsín, “frente a los problemas económicos y sociales que existen, las declaraciones de Carrió son irrelevantes”. Y puso el foco en la conducción actual de la UCR: “No puedo responsabilizar al Pro de que haga por nosotros lo que no hacemos nosotros por nosotros mismos… pareciera que la UCR no tuviera ninguna diferencia en Cambiemos, cuando es la responsabilidad del partido marcar las diferencias con el Pro”, reclamó.

“Parece que la conducción formal del Partido, su manera de contribuir con Cambiemos es actuar de manera acrítica”, concluyó.