El Senado de Estados Unidos confirmó al congresista Mike Pompeo para dirigir la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Comisión de Relaciones Exteriores allanó el camino para que el empresario petrolero Rex Tillerson lidere la diplomacia durante la Presidencia del magnate republicano Donald Trump.
Si bien el Senado es de mayoría republicana, Pompeo, de 53 años y congresista por el estado de Kansas desde 2011, es uno de los representantes de la línea más dura del Partido Republicano, con amplia experiencia en asuntos de inteligencia, de seguridad nacional y militares.
En una sesión celebrada al filo de la medianoche del lunes, en el pleno del Senado, el miembro del movimiento ultraconservador Tea Party recibió 62 votos a favor por 32 en contra y acto seguido juró el cargo para el que fue nominado por Trump, que asumió la Presidencia estadounidense el viernes pasado.
Pompeo liderará una agencia de espionaje con la que el nuevo presidente estadounidense mantiene una relación ambivalente.
Un día después de asumir la Presidencia, Trump visitó la sede de la CIA y alabó su labor. Pero en las últimas semanas criticó a la comunidad de inteligencia por acusar a Rusia de querer ayudarlo electoralmente con el robo de correos electrónicos del Partido Demócrata.
También equiparó a sus espías con la Alemania nazi, después de acusarlos de filtrar un documento con presuntas actividades comprometedoras suyas en Rusia. Pero Pompeo, en su comparecencia ante los legisladores, se desmarcó de la afinidad de Trump con Rusia.
El nuevo director de la CIA también se distanció del respaldo del presidente republicano a la práctica de la tortura a presuntos islamistas radicales.
Tras el voto del Senado, juró el cargo en una ceremonia ante el vicepresidente norteamericano, Mike Pence.
Pompeo es el tercer miembro del gabinete de Trump en lograr el sí del Senado, tras la aprobación el viernes pasado del general retirado James «Perro Loco» Mattis como secretario de Defensa, y el también ex general John Kelly, como secretario de Seguridad Nacional.
Antes de su confirmación, la Comsión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta aprobó por un resultado muy ajustado al empresario Tillerson para convertirse en el próximo secretario de Estado.
Con 11 votos a favor y 10 en contra -todos los demócratas-, Tillerson logró evitar el escollo de la comisión al contar finalmente con el apoyo de John McCain, Lindsay Graham y Marco Rubio, los republicanos que habían elevado más dudas acerca de su nominación por sus vínculos con Rusia.
Ahora su candidatura pasará al pleno del Senado, donde previsiblemente será aprobado sin mayores problemas, ya que los republicanos son mayoría.
Durante las audiencias de escrutinio, las principales preocupaciones de los senadores fueron la larga relación personal de Tillerson con el presidente ruso, Vladimir Putin, y los posibles conflictos de interés derivados de esa amistad y de su cargo anterior como presidente de una petrolera con negocios en todo el mundo.
Otros se mostraron preocupados por los informes que apuntan a que ExxonMobil presionó al gobierno estadounidense para que levantara las sanciones impuestas a Rusia después de la anexión de la península de Crimea en 2014, aunque Tillerson negó durante la audiencia haberse implicado jamás en esa actividad.
Hubo también senadores alarmados por la afirmación de Tillerson de que no había conversado con Trump sobre la política hacia Rusia, o por su reticencia a condenar la campaña contra las drogas del presidente filipino Rodrigo Duterte, cuyas fuerzas de seguridad han ejecutado a 6.100 personas.
También hoy, Nikki Haley, nominada del presidente estadounidense, Donald Trump, para embajadora ante Naciones Unidas superó sin problemas el voto de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado previo a su confirmación final en el pleno de la Cámara alta.
Haley, gobernadora republicana de Carolina del Sur, deberá ser ahora confirmada en votación en el pleno del Senado, donde con toda seguridad no tendrá problemas para conseguir los votos necesarios, especialmente en una Cámara que controlan los republicanos.
Además, la Comisión de Comercio, Ciencia y Transporte aprobó hoy las nominaciones de Wilbur Ross como secretario de Comercio y Elaine Chao como secretaria de Transporte en una votación a viva voz, por lo que ahora su confirmación pasa a manos del pleno de la Cámara alta.
Asimismo, la Comisión de Bancos, Vivienda y Asuntos Urbanos hizo lo propio con el nominado de Vivienda, el neurocirujano retirado Ben Carson, ex rival de Trump en la interna presidencial republicana.
Por otra parte, los demócratas de la Comisión Judicial consiguieron retrasar una semana el voto sobre el nombramiento del senador por Alabama Jeff Sessions, elegido por Trump para ser su fiscal general y que esperaba hoy recibir la confirmación del comité.
Sin embargo, de acuerdo con las reglas de la comisión, el voto puede retrasarse durante una semana porque es la primera vez que aparece en el orden del día.
Los demócratas argumentaron que algunos senadores quieren continuar realizando preguntas a Sessions y que también necesitan más tiempo para revisar las 190 páginas que el senador por Alabama ha entregado este fin de semana con respuestas sobre las preguntas de las audiencias de escrutinio.